# La entrevista
A continuación, le acercamos una entrevista al diario 'La Nación' en la
que Sirvén cuenta algunos datos de 'Converso'
- ¿Por qué "Converso", un término religioso
-"Converso", lo primero que alude, según la definición del
diccionario de la Real Academia Española es a "el que cambia de
religión". Elegí ese título porque me parece que tiene varias acepciones
ocultas, o no tan ocultas. Una es el verbo "conversar" en primera
persona del singular. El es un gran conversador, su oficio es hablar, es un
relator. Después, la palabra "converso" puede ser dividida en dos,
"con" y "verso", él es un gran versero también.
Converso puede sonar dramático, pero cuando le puse ese título pensé en
todos estos juegos. Y dentro del libro, de alguna manera, también se rescatan.
Por supuesto, también hay un capítulo dedicado a los conversos. Hay muchos
tipos de conversos, no solamente religiosos, sino también políticos, por
conveniencia, genuinos, por miedo.
En el caso de Víctor Hugo, ¿esta conversión se produce por convicción o
por dinero?
- Es complejo. No es ni simple ni fácil la respuesta, hay varias
razones. Por un lado hay que reconocerle que él tenía una obsesión y un odio
hacia Clarín muy anterior al kirchnerismo, que se le acentuó cuando el grupo se
metió en el negocio del fútbol con las transmisiones televisivas. ¿Por qué?
Porque ponía en cuestionamiento a su propio oficio, de relator radial de
fútbol, que entra en su definitivo ocaso a comienzos de los noventa, cuando la
televisión comienza a adueñarse del fútbol y la radio se queda atrás. Él vio
que pasaba un colectivo que iba contra Clarín, y dijo "yo no me lo
pierdo", lo corrió, se subió y una vez arriba no fue sólo un pasajero sino
que además dijo "lo quiero manejar yo".
Un momento bisagra es el conflicto con el campo, donde Víctor Hugo
estuvo en la vereda de enfrente y entrevistaba todo el tiempo a dirigentes
rurales. Hasta ahí, el Gobierno venía con la transversalidad, pero entonces
encuentra un enemigo con quien pelear, sumado a los medios hegemónicos, que tomaron
una postura a favor de los productores. A partir de ahí se empiezan a dar
algunas medidas, como la estatización de las AFJP y Aerolíneas, que a él le
caen muy bien, diría que en gran parte genuinamente, que tenían que ver con
reivindicaciones que a él le podían interesar. Esto se acentúa en noviembre de
2009 con la sanción de la Ley de Medios. Pero el hecho crucial sucede el 2 de
febrero de 2010.
Ese día llama Néstor Kirchner el mediodía a Radio Continental y pide
hablar con él. Porque Víctor Hugo, como otros periodistas, había estado
despotricando porque en medio de la crisis Néstor compró 2 millones y medio de
dólares. Víctor Hugo fue muy crítico, hasta que llega esa llamada privada. El
dice que Kirchner lo desarmó porque le dijo que no compró para especular sino
para hacer una inversión inmobiliaria. Y ahí él hace el giro. No lo sacó al
aire, no le preguntó por qué no había hecho una transferencia bancaria. Uno
podría comprender, a partir de las últimas investigaciones de Jorge Lanata, por
qué Kirchner no hacía pasar el dinero por los bancos y que no quedara registro.
Kirchner se murió y el único testigo es él. Entonces la sensación es
que es una novela a la que se le arrancaron varias páginas, porque a partir de
ese momento él se convierte en un militante de la causa. El problema no es que
a él le gusten las medidas del Gobierno. El problema es el énfasis y la
persistencia, el machaque que hace, tipo Radio Rebelde de La Habana, todos los
días. Entonces los funcionarios salen con él, no con cualquiera. Y además se
produce una cosa interesante. Él a la mañana tiene editoriales continuos que
son rescatados por 678 todos los días. Eso después replica en toda la usina K.
- ¿Vos pensás que esto está armado?
Bueno, cuando ves que todos los días hace estos editoriales contra
Clarín, LA NACION y el periodismo, con un odio y una saña que hace que parezca
que él es un renegado del periodismo. ¿Desde dónde habla? No desde adentro del
periodismo, porque él dice que en los últimos años el periodismo se ha convertido
en la cosa más miserable del mundo. Todos podemos reconocer que tenemos
errores, pero de ahí a lo que hace él contra el periodismo, de provocar y
producir en los oyentes odio...
- ¿Qué beneficios obtuvo a partir de esta conversión?
Los beneficios podrían ser indirectos. Yo entrevisté a sus dos
productores históricos, el de radio, Julio Moyano, y el de televisión, Eduardo
Metzger. Justamente, Metzger dice que cree que Víctor Hugo consiguió
"facilidades": primero ser escuchado y arropado por un nuevo grupo de
personas. Víctor Hugo es muy narcisista, pero al mismo tiempo tiene complejo de
inferioridad. Entonces él se recicla, de relator radial que estaba en el ocaso
(no por él, sino por el oficio) en un lugar de notoriedad polémica, que a él le
gusta, porque es reverenciado por las supuestas izquierdas.
A él le encanta viajar al exterior, pero también hacer viajes de
cabotaje, le encanta agarrar el auto e irse con el termo y el mate... y
entonces en el libro se cuenta que hace recorridos mucho más intensos que un
político en campaña. Va a Tapalqué, Azul, Olavarría... Lo que se detecta
después es que en muchos casos tiene acuerdos con las municipalidades, que
están en manos de intendentes del Frente para la Victoria. Ahí hay auspicios,
pagos por charlas de la Ley de Medios, avisos que van a parar a Competencia y
Bajada de Línea . La leyenda de que acá hubo un valijón enorme a mí no me
consta. Lo que creo es que hay un intercambio de favores y nuevos
emprendimientos y trabajos. Su productora general, Fabiana Segovia, recibe, con
su productora Rabona, medio millón de pesos de la Jefatura de Gabinete. Él
encontró cómo reciclarse profesionalmente, pero eso, al mismo tiempo le dio una
presencia política inesperada, con sus costos y sus riesgos, porque él perdió
una parte del público, muy importante, y me parece que no recuperó la misma
cantidad. Porque cuando vos analizás el rating de marzo, Continental tiene en
tercer lugar a Magdalena, a Fernando Bravo y a Nelson Castro, y cuando está él
en el aire está cuarta.
- ¿Y el programa de la tele?
- El programa de la tele está hace cuatro años, con rating menguante.
Arrancó con 2,4 y fue bajando. Para un canal privado hay dos rarezas: que un
programa que tiene ese rating pueda sobrevivir tanto tiempo y que tenga la
tanda que tiene. Tiene una tanda importante, con publicidad oficial, que además
está rotativa en el canal.
- ¿El Gobierno pone la plata sin decir adónde va, no?
- Cuando entrás a la página de la Jefatura de Gabinete es muy difícil
seguir la ruta del dinero, porque lo que encontrás son nombres de fantasía de
empresas, que no dice a quién pertenecen. En el caso de Rabona, yo sé que es de
Fabiana Segovia, pero no me dice dónde va ese medio palo, no me lo discrimina.
Ella tiene dos restaurantes, calculo que no será para los dos restaurantes. La
pauta oficial, que yo sepa, es para poner en los medios.
- ¿Cómo les paga a sus colaboradores?
- Él siempre dice que no ganan mucho en la radio. Él lo ha dicho en
medios oficialistas, que se sienta en el estudio de al lado y les da un
incentivo o un regalo. El problema que hay acá, es que vos me podés regalar un
mes plata a mí, o yo regalarte a vos, pero si todos los meses yo te doy a vos
tanta guita, eso de alguna manera se empieza a volver un sueldo. No lo
reconocés como tal, pero lo es. Eso genera que vos tengas que pagar las cargas
correspondientes. Si no lo hacés, estás con problemas en la AFIP.
- Vos decís que su sueldo es fabuloso. ¿Tenés la cifra de cuánto gana
en Continental?
- En el capítulo de radio se hace una aproximación a esa cifra, porque
él cobra una plata por el programa de la mañana y por la tira deportiva,
Competencia. Después tiene las transmisiones de los partidos. No bajaría de los
300 mil pesos mensuales, y quizá me quedo corto, porque además tiene PNT con
Raza, bizcochos Don Satur... Él reconoce que es el periodista mejor pago de la
radio y estas cifras te lo confirmarían.
- Vos lo rescatás mucho como relator, decís que es el mejor. ¿Cómo lo
considerás como analista político?
- Dejando de lado su ideología, es cero analista político. Vos te das
cuenta de que cuando habla de deporte está distendido y se maneja con una
fluidez y un conocimiento que no se ven cuando habla de política. Cuando lo
hace, o son todas consignas huecas o tiene un grado excesivo de datos, y entonces
pueden pasar dos cosas: que esté leyendo algo de Página/12 o Ricardo Forster o
que le ha llegado un paper, que no dice de dónde le llegan.
- ¿Cuáles son sus funcionarios favoritos?
- Sin dudas, el favorito es Florencio Randazzo. Habla seguido con él,
hay dos auspicios. El ha comido con él, como también ha comido con Macri. Así
él justificó el haber jugado al fútbol con militares uruguayos, como si fuera
equivalente.
- ¿Cómo era su relación con los militares uruguayos?
- El era un periodista de 30 años, hacía radio y escribía en diarios
importantes. Tengo la sensación de que tenía relaciones cordiales, no íntimas,
con la gente que manejaba el poder.
- ¿A tal punto de jugar un partido de fútbol en un cuartel?
- Lo que pasa es que él iba con periodistas por el interior del país y
capaz que él fue y se generó algún tipo de vínculo. No parece que esos
militares con los que él se relacionó estén juzgados por temas de lesa
humanidad. El problema es que él en estos años quiere rediseñar lo que fue y es
ahí donde se vuelve interesante. El tipo se sube a un caballo y no fue así.
- No fue un luchador contra la dictadura.
- Claro, cuando él dice "me sacaron de la radio", no fue así,
lo sacó la Asociación de Fútbol Uruguayo, y los que lo repusieron fueron los
militares. El dice que vino huyendo, pero la Argentina no era un buen lugar
para refugiarse. Porque era mucho más feroz la dictadura nuestra que la
uruguaya. El viene acá contratado por Julio Moyano, para el programa Sport 80.
No era un tipo de izquierda. Era el número uno de su país, contratado para
enfrentar a José María Muñoz. Y Víctor Hugo lo desbanca porque era mucho mejor.
Entró como un balazo. Ahora, él empieza a trabajar en Radio El Mundo, que
estaba en manos de la Marina, que comandaba Massera. Luego pasó a Mitre, que
también manejaba la Marina. Es ilógico que los servicios de inteligencia de los
dos países no hayan cruzado información. Yo ni siquiera digo que haya sido
colaboracionista. Dio charlas en 1982 en Campo de Mayo, que no explicó de qué
se trataban, capaz que es lo mismo que hace ahora, que sale a dar charlas por
los pueblos sobre la Ley de Medios.
-Se puede hacer un paralelismo con los Kirchner, que también eran algo
y ahora quieren crear un relato distinto de lo que fueron.
- Claro, es una simulación, de ser otra cosa. Pero además, él era
relator, no sé por qué ahora le saca punta a un héroe. No por eso lo condeno.
Yo también trabajé en esa época, pero no puede envolverse en mantos
revolucionarios. Yo analizo mucho su relato y cómo él se convence de muchas
cosas que dice y no son así. De hecho, él dice que los partidos aburridos hay
que mejorarlos. Todo ese know how lo utiliza ahora en la política.
- ¿Cómo fue el episodio de los mails? ¿Te amenazó?
-Yo reservé el último capítulo para un encuentro con él. Entonces le
escribí a Fabiana Segovia, que me dijo que Víctor Hugo me iba a dar la
entrevista. Lo que sucedió fue que una noche abro el correo y me encuentro con
un largo mail, de 22 mil caracteres, que lo imprimo y me dan 8 carillas, que
empieza con "soy VH". Y efectivamente, vos lo leés y tiene todos los
giros, la forma rimbombante. No creo que lo haya escrito, pero por ahí lo
dictó. El 98 por ciento de lo que dice ahí yo ya lo tenía volcado en el libro,
porque lo había escuchado. Tiene dos momentos perturbadores. Me pregunta si no
tengo familia, sino le temo "a la ira de Dios", que puede ser una
cosa de "matón de barrio", como él le dijo a Néstor Kirchner cuando
amedrentó al movilero. Y después una cosa que me resultó más inquietante. Yo
había hablado con Jorge Fernández Díaz, Lanata y Majul para organizar la
presentación del libro. Finalmente Lanata se baja porque está en un periodo de
rockstar, pero escribe el prólogo, y entonces quedan Majul, que es el editor,
Fernández Díaz y yo. Y entonces él me pone en el mail "ya te veo en la
presentación del libro, aplaudido junto a Majul, Lanata y Fernández Díaz",
y yo te digo, no lo había hablado con nadie y ellos menos. Entonces yo tengo
que pensar o que es Tu Sam o que tiene un oído supersónico, o una mirada de
rayos equis como Superman, porque la verdad que le acertó a la presentación del
libro en la Feria, a Majul, Lanata y Fernández Díaz.
- ¿Qué pensás que pasó?
- O tiene la bola de cristal o tiene alguna ayudita de sus amigos...
- ¿Cómo pensás que tomará el libro?
-
Espero que lo del mail haya sido una bravata, pero me preparo para las
diatribas. Tengo la ilusión de que por su narcisismo rescate algunas páginas
positivas y también las lea. Entiendo que un libro de esta naturaleza sea
fastidioso para él. Yo escribí este libro porque ya escribí otro sobre Perón y
los medios de comunicación y este es como una continuación sobre el
kirchnerismo. El es la excusa, es el comunicador principal del kirchnerismo. No
podrían ser Barone o Sandra Russo, que son cuatro de copas al lado de él, que
es un numerísimo 1. Es una biografía con mucho color, pero también un libro
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