EL ESTADO LE PAGA AL ESTADO
"Es imposible saber cuánto gasta el Gobierno en propaganda en el
Fútbol Para Todos. Hay un valor de mercado, pero cuando el Estado le paga al
Estado no existe una referencia exacta", cuenta un encumbrado ejecutivo de
los medios. Así define a la forma de pautar que estableció el Gobierno en 2010,
por expresa orden de Kirchner, cuando se decidió terminar con la inversión de
empresas privadas y convertir el espacio en un territorio exclusivo del
Gobierno para comunicar novedades de sus distintas áreas o para repudiar
actitudes de la oposición. "Se arregla todo charlando, la publicidad no se
paga. Te llaman por teléfono, te dicen 'poneme esto' y listo", explican
fuentes del medio. El único patrocinio privado del Fútbol Para Todos es el de
Iveco, que desembolsa unos u$s 2 millones por temporada.
No obstante, existen estimaciones privadas sobre cuánto habría costado
pautar en el Fútbol Para Todos en estos años de veda publicitaria. La
consultora Search se basó en un tarifario de 2010 y, según un reciente informe
del diario La Nación, reveló que el Gobierno gastó en publicidad oficial $ 1044
millones en tres años, por los siete torneos disputados, contabilizando la
primera edición de la Copa Argentina, que el mes pasado conquistó Boca.
Teniendo en cuenta que el rating promedio es de alrededor de 10 puntos, se
descubre que por año el Gobierno gastó unos $ 34 millones por cada punto de
rating, es decir cada 100.000 personas que vieron los partidos. Boca y River
son los más vistos, con promedios de 15 puntos. Como el descenso lo renovó, el
retorno del equipo de Núñez a la "A" debilitó al Nacional B. Dejaron
de transmitirse cinco partidos y en las primeras tres fechas se emitieron entre
dos y tres encuentros. El rating manda.
Los costos de producción también fueron siderales. Desde el inicio del
contrato el operativo que realiza las transmisiones lo lleva la empresa La
Corte, vinculada al kirchnerismo y también a cargo del posterior
"Automovilismo para Todos". En estos tres años, se estima que el
Gobierno pagó casi $ 700 millones para producir la TV del fútbol, es decir,
para pagar los sueldos de periodistas, productores, operadores técnicos y demás
empleados.
"No se publica nada acerca de los sueldos de los relatores, sólo
mandan al frente a algunos en el Boletín Oficial, de vez en cuando, pero lo
hacen con sueldos promedios", asegura una fuente con conocimiento sobre
los costos de producción del programa. Así, quien quiera saber qué cachet
percibe Marcelo Araujo por relatar el partido más importante de la fecha deberá
buscar por otro lado. Oficialmente, en junio pasado, solamente se difundieron
los sueldos de 10 periodistas que cubren los partidos, que oscilan entre los $
7400 y los $ 13.900, y que en el transcurso del año demandan $ 1.200.000 de
parte del Estado.
Gobernar hasta 2020
Poco después de cerrar el vínculo con la AFA, Néstor Kirchner lanzó una
confesión casi premonitoria si se compara con las actuales intenciones del
oficialismo de perdurar al frente del Poder Ejecutivo. "Estamos decididos
a gobernar hasta 2020", dijo en ese entonces el ex presidente, por cuya
imaginación seguramente pasaba un plan de alternancia de mandatos con su
esposa. La sorpresiva muerte de Kirchner cambió el mapa de manera radical, pero
de ninguna manera frenó esa intención largoplacista.
Ya culminando el primer año de su segundo mandato, Cristina no niega
pensar en reformar la Constitución para aspirar a un tercer período, al punto
que desde sectores estratégicos de Casa Rosada están tanteando a través de
reuniones informativas el rebote que puede tener en la opinión pública una
decisión de ese impacto. En caso de prosperar esa posibilidad, CFK extendería
su Presidencia hasta el 10 de diciembre de 2019. Cuatro meses antes,
curiosamente o no, expira el vínculo de 10 años del Estado con la AFA, que de
algún modo marcó el comienzo del plan de perpetuarse en el poder que parece
tener el Gobierno.
La apuesta de gobernar hasta 2020, dicen en voz baja allegados a
Presidencia, también incluye un interés oficial por quedarse con la AFA en el
pos-grondonismo. Con un mandato que vence en octubre de 2015, el longevo
presidente de la entidad ya anticipó que no se postulará para otro período. Al
borde de los 81 años y con 33 en el cargo, Grondona está decidido a dar un paso
al costado y dejar abierto el camino para una sucesión, que él imagina puede
llevar a cabo el ex presidente de Quilmes, José Luis Meiszner, mano derecha de
"Don Julio" o, por qué no alguien de su riñón como sus hijos
"Julito", presidente del campeón argentino Arsenal, o
"Humbertito", secretario de selecciones nacionales.
¿Planes para Aníbal F.?
Sin embargo, el Gobierno tiene otros planes, que incluyen al actual
presidente de Quilmes, nada menos que Aníbal Fernández. Desde su salida del
Gabinete, el verborrágico funcionario kirchnerista empezó a dedicarle cada vez
más tiempo a desarrollar la actividad política en su pasión, el
"cervecero". Electo vicepresidente en 2010, sucedió a Meiszner un año
después, encabezó el retorno de Quilmes a Primera División y comenzó a
participar en las reuniones de la AFA, ya como dirigente y no como
administrador de la caja del Fútbol Para Todos.
Las constantes grietas organizativas que evidenció la AFA y el poco
apego a cumplir con lo legal que tienen los clubes deterioró la relación del
Gobierno con Grondona. Si bien saben del peso específico del dirigente, que fue
designado en plena Dictadura y sobrevivió políticamente a todas las crisis que
afrontaron los gobiernos democráticos posteriores, en el kirchnerismo están
dispuestos a soltarle la mano al cultor del "todo pasa". De esa
intención se desprende que la AFIP haya salido a la caza de clubes,
representantes y jugadores por las irregulares triangulaciones de los pases y
que la Unidad de Información Financiera (UIF) exija desde el 1 de julio pasado
que los clubes informen las transferencias superiores a los $ 100.000.
Además, hubo una orden explícita para que todas las instituciones
pesifiquen los abultados contratos de los futbolistas.
El Sarmiento no es prioridad
Lo cierto es que los $ 4978 millones que gastó el Gobierno en el Fútbol
Para Todos podrían haberse usado en múltiples obras. Sin embargo, por su
urgencia, los fondos bien podrían aplicarse a mejorar el funcionamiento del
sistema ferroviario en la Argentina. De haber contado con ese aporte económico,
por ejemplo, el ferrocarril Sarmiento habría podido funcionar de manera
adecuada y, probablemente, se habría evitado el trágico accidente del 22 de
febrero y los constantes problemas que afronta en su recorrido.
Según un informe de la intervención de la línea que une las estaciones
de Once y Moreno, se requiere una inversión de u$s 900 millones para poner las
formaciones en condiciones. Al cambio oficial, representan $ 4176 millones. Con
ese dinero se podrían renovar y mejorar las vías, modernizar los 70 coches
eléctricos Toshiba y fabricar 19 formaciones doble piso, instalar un nuevo
señalamiento automático en las barreras y construir siete puentes vehiculares
para eliminar los peligrosos pasos a niveles entre las estaciones de Liniers y
Caballito.
Lo que viene
Teniendo en cuenta que el contrato entre el Gobierno y la AFA se
extiende hasta 2019, y basándose en los gastos realizados hasta el momento, el
cálculo estimado de la inversión que falta pagar es de aproximadamente el doble
de lo destinado hasta ahora.
Así, de repetirse en el tiempo los $ 600 millones que se acordaron en
el primer contrato y sin considerar las partidas extras, el ingreso total que
percibirá la AFA superará los $ 5000 millones. La misma cantidad que ya se
gastó por todo concepto en apenas tres años. Se podría haber utilizado para
cubrir otras necesidades pero se usó, sin demasiadas explicaciones, para que la
pasión de multitudes de los argentinos sea de todos
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