Si Ud. está siendo maltratada (insultos, humillaciones, golpes, etc.)
sepa que es víctima de un delito y que puede correr mucho peligro, sea porque
la hieran, sea porque vivir en una situación de violencia crónica la va
enfermando física y emocionalmente.
Es necesario que se proteja y que sus hijos se
encuentren seguros.
Si puede, aléjese cuanto antes. Cuando comienza
un episodio de violencia no espere a que empeore la situación. Si la
violencia empieza no se sabe cómo y cuándo termina, pero alguien puede resultar
lastimado o muerto.
Si es posible vaya a un lugar seguro.
La casa de parientes, de amigos o vecinos puede ser un refugio
provisorio mientras planea con calma y sin riesgos su recuperación y lo que
hará en el futuro.
Si puede salir, vaya a la policía y haga la
denuncia; si no puede llamar al patrullero o le impiden salir, abra puertas y
ventanas, grite, pida socorro y llame a los vecinos.
NO SE CALLE, NO OCULTE. Haga escándalo pues en ello está su salvación.
El hombre violento se acobarda frente a los testigos de su delito. Y comienza a
respetar a la mujer que no se deja asustar y le hace frente, dispuesta a que
todos se enteren de lo que pasa.
Si Ud. teme un próximo ataque esté preparada.
Tenga un bolso preparado y escondido con los documentos, todo el dinero que
pueda juntar, ropa, llaves, medicamentos o cosas que le harán falta si sale de
su casa por emergencia.
Considere si hay objetos o papeles de valor que deben ponerse a salvo.
Puede dejárselos a alguien de confianza para que los guarde. Saque fotocopias
de papeles importantes, escrituras, datos bancarios, recibos de sueldo,
inversiones, etc. Tome nota de todo lo que pueda averiguar, números de cuentas
de banco, patentes de auto, direcciones, etc. que puedan ser útiles si se
inicia un juicio.
Acuérdese de que es dueña de la mitad de todos
los bienes y ganancias que existan desde el momento de su matrimonio, aunque
Ud. no haya trabajado fuera de su casa.
Los textos que se presentan a continuación son parte de los folletos
que se entregan a las personas que llegan a asistirse en al AAPVF. Se trata de
instructivos o de pequeñas lecturas para todos los días, que contribuyen a la
prevención y la recuperación en la medida que intentan reemplazar a los
pensamientos y creencias negativas que aprendimos por otros que nos alientan a
no abandonar la meta de conseguir una vida mejor.
No renuncie a nada que le pertenezca. NO SE DEJE ENGAÑAR por amenazas o
su- puestos conocimientos legales, influencias o poder que su compañero
"dice" tener.
NO CONFIE EN PROMESAS Y PALABRAS, sólo en hechos que pueda ver y
comprobar. NO
FIRME NADA hasta consultar con abogados/as especializados en Violencia
Familiar.
NADIE PUEDE Quitarles A SUS HIJOS porque Ud. haga
una denuncia, un juicio o salga de la casa para defenderse de un marido
violento. No acepte opiniones de gente que no conoce la situación aunque sean
profesionales, parientes o amigos. No se maree escuchando mil ideas
distintas. Ud. puede pensar y decidir por sí misma qué quiere hacer con su
vida, apoyada por especialistas en Violencia Familiar. Por eso no tema a la palabra "divorcio".
Nadie tiene derecho a decidir por Ud. o presionarla respecto a si debe
o no separarse legalmente.
Necesita tiempo y recuperación para llegar o no a esa decisión.
NO TOME PILDORAS TRANQUILIZANTES NI PASTILLAS
PARA DORMIR, ni drogas, ni alcohol. Necesita estar alerta y lúcida para
pensar, decidir y protegerse.
Cuente su problema al mayor número de personas
dentro y fuera de su familia. NO ESCUCHE A LOS QUE LA CULPAN O LA ACUSAN DE
PROVOCAR, O LE PIDEN QUE SEA PACIENTE Y PERDONE. Es Ud. la que necesita ayuda y
apoyo,
ES SU PELLEJO EL QUE ESTA EN PELIGRO y no "el qué dirán" de
vecinos y parientes. NO se haga cómplice ni proteja al que la ataca. EL NO VA A
CAMBIAR si no recibe ayuda especializada. NO GASTE ENERGIA EN HABLAR O RAZONAR
A SOLAS con un marido maltratador.
El hombre violento no dialoga ni cumple promesas: MANIPULA.
Aunque lo quiera todavía, trate de pensar en Ud. y salvarse.
La única oportunidad para su familia es pedir
ayuda para dar fin a la violencia. Y, si se separa de su marido, sepa que con
eso no se termina el problema.
UD. NECESITA RECUPERARSE COMO PERSONA Y COMO MUJER. CONCURRA A LOS
GRUPOS DE AYUDA MUTUA.
NO SE ABANDONE. Tiene mucho que aprender acerca de lo que le tocó vivir
y cómo no repetir situaciones parecidas. Recupere sus fuerzas y aprenda a
defender sus derechos junto a otras mujeres en un clima de respeto, crecimiento
y solidaridad.
Dejar la casa para refugiarse en lo de parientes o amigos no constituye
"abandono del hogar" ni motivo para perder la tenencia de sus hijos.
NADIE ESTA OBLIGADO A QUEDARSE DONDE SU SALUD, SU SEGURIDAD O SU VIDA ESTAN EN
RIESGO.