Cuando Néstor Kirchner murió, el entonces bloguero y actual referente
de Vatayón Militante, Juan Hank Soriano (o simplemente Hank S) fue uno de esos
tantos jóvenes -acaba de cumplir 32 años¬- que lloró por su padre político, al
punto de escribirle un poema para despedirlo. Al poema lo tituló: "No nos
dejó solos".
Entonces, en octubre de 2010, y hasta la elección porteña de 2011,
cuando Daniel Filmus perdió ante Mauricio Macri, integró, junto al actual
director del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Víctor Hortel, una
agrupación política, cultural, y murguera, de estrechos lazos con La Cámpora:
el colectivo Los Negros de Mierda (NDM).
Es por esa razón que el propio Hortel aparece en videos bailando murga
con los presos K del penal de Marcos Paz. Su pertenencia a ese "colectivo
cultural y político", que se disgregó inmediatamente después de la derrota
de Filmus, envuelto en internas, acusaciones y sospechas cruzadas por los
fondos de campaña, también explica que el director del SPF, haya escrito debajo
de su avatar en Twitter (El Peor de Todos @negrohortel ) la siguiente
autodefinición: "Negro de Mierda. Peronista. Abogado penalista.
Orgullosamente K".
El grupo NDM, devenido ahora en el antepasado político del Vatayón,
había nacido durante la batalla contra el campo, apuntalando la movida de los
jóvenes de La Cámpora que se reconocen en el mismo origen. Pero el grupo tomó
más fuerza aún durante la ley de medios. "Uno de los rasgos más
decepcionantes de las clases medias argentinas es su odio racial contra los
votantes del peronismo, por eso el nombre del grupo la satiriza (a la clase
media)", sostenía entonces la agrupación de Hortel y Soriano. La idea,
según Hank, era tomar el nombre que le había puesto al votante peronista al
"enemigo", y usarlo como idea fuerza.
Los Negro de M ya tenían en 2008 el mismo ideario que hoy sostiene el
Vatayón. La idea de batalla cultural, de "evangelizar" a los presos -
y en verdad, no sólo a los presos, sino a la franja más vulnerable, como los jóvenes
y los pobres - a través de la militancia K. Una militancia que los redimirá y
una conexión con "el afuera", pensado como un modo de reinserción. De
allí las defensas a ultranza de las salidas, promovidas por la ONG cultural K.
Como explicaba meses atrás Diana Pinasco, coordinadora de los talleres
que promueve el Vatayón adentro de los penales, a la hora de argumentar sobre
la importancia de pintar murales fuera del penal: "Deben sentir que tienen
un nexo con el afuera".
Entre 2008 y 2009, NDM cada vez empezó a emparentarse más con La
Cámpora. Ambos compartían y comparten las mismas nociones sobre la estrategia
de batalla cultural, llevada adelante por los jóvenes K, autoproclamdos como
una suerte de vanguardia iluminada de la sociedad. Una conclusión del actual
referente del Vatayón, cuando Macri ganó las últimas elecciones, es bien
grafica sobre este último aspecto, el de vanguardia iluminada: "La clase
media es irresponsable al votar a Macri - dictaminó- y cometemos un error al
pensar que todo el mundo entiende la conexión entre lo nacional y lo local. La
mayoría vota sin consciencia. La clase media no piensa que si está mejor no es
por Macri sino por las negociaciones 'macro' que logró implantar el gobierno
nacional".
Pero como las derrotas nunca son dulces, NDM entró en crisis cuando no
logró ni un solo lugar en la lista de legisladores de Filmus, a pesar de que,
según decían ellos, habían sido los primeros en apoyarlo. Es que el grupo de
Hortel y Soriano les había llegado a otorgar certificados de auténticos Negros
de M a Daniel Filmus y a otros funcionarios K en tiempos de campaña. Y más aún:
las fotos de Juan Cabandié vestido de murguero también habían sido en el marco
de las fiestas del grupo ultraK.
"Nos faltó trabajo politico en la Capital", se quejó Hank S,
después de la derrota. La murga no había sido suficiente.
Fue entonces, hace alrededor de un año, cuando empezó a pergeñar la
idea de lanzar el Vatayón, un grupo para reclutar militantes en las cárceles.
Jóvenes, pobres y población carcelaria como sinónimo de que lo
"desprolijo", o lo considerado marginal, es lo verdadero, lo
auténtico, dentro de una sociedad.
Jóvenes, pobres y población carcelaria como sinónimo de que lo
"desprolijo", o lo considerado marginal, es lo verdadero, lo
auténtico, dentro de una sociedad.
La confusión entre el Estado y el Gobierno, que los lleva a pensar que
la reinserción de los presos puede darse través de la militancia política
(militancia kirchnerista, claro), es otro punto ideológico de comunión entre el
Vatayón y sus hermanos mayores y mentores, los muchachos de La Cámpora.
La relación entre Soriano y La Cámpora empezó durante el debate por la
Ley de Medios. Entonces, Hank tenía blog muy frecuentado, donde fraguaba las
tapas de Clarín en tono satírico; portadas que empezaron a tener mucho éxito en
las reuniones, fiestas y campamentos de la agrupación de Máximo Kirchner.
LOS NEXOS CON LA CÁMPORA
Andrés El Cuervo Larroque, secretario general de La Cámpora, diputado
nacional y ahora referente de la agrupación de Máximo Kirchner en la ciudad
(Larroque le ganó la interna a Juan Cabandié dentro de La Cámpora, precisamente
porque el kirchenrismo consideró que el jóven K, hijo de desaparecidos, no hizo
un buen trabajo político en el territorio porteño, tal como piensa Hank), le
dio vía libre a la idea de Soriano, igual que el sector de La Cámpora ligado a
la Justicia.
Es que durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, la Presidenta
le abrió las puertas al camporismo en el área de Justicia, empezando por su
viceministro, Alejandro Julián Alvarez. Durante la guerra con el campo,
abogados de La Cámpora formaron la AJUS (Abogados por la Justicia Social), y
más tarde consolidaron una subdivisión más camporista todavía, AJUS-La Cámpora.
La idea es "cambiar" la mirada conservadora sobre el derecho, que
incluye al sistema carcelario. Esta visión de la Justicia, que reconoce
afinidad con la línea de Eugenio Zaffaroni, es la apoyatura ideológica del
Vatayón.
"Me pregunto cuántas ONG's pueden sacar 100 presos a la calle -
decía esta semana la diputada de Unión Por todos, Patricia Bullrich, quien
visitó cárceles, junto con otros legisladores de la oposición, en el marco de
la polémica sobre la salida de los presos-. Esta no es una tarea que se pueda
llevar adelante sólo con buena voluntad. Es un trabajo para psicólogos,
sociólogos, no para militantes, ni para improvisados. La obsesión de un preso
siempre es escapar, y si para salir hay que ser kirchnerista, son kirchneristas
o lo que fuere".
Bullrich, que durante la Alianza fue secretaria de Política Criminal,
en los años '70 integró el grupo de jóvenes de la JP que apoyó la apertura de
las cárceles de Héctor J. Cámpora, durante 1973. Tiene de aquellos años una
anécdota sobre la población carcelaria, que conoce bien. Corría 1973, y una
jovencísima Bullrich estaba sentada en un camión muy nac&pop, lleno de
rudos presos recién salidos de las cárceles, cuando, de pronto, a la madrugada
del día siguiente de aquella fiesta peronista, se dio cuenta de que, quienes la
secundaban en el camión, lejos de ser brillante militantes políticos, eran
criminales comunes que habían aprovechado la volada para abandonar, ellos
también, el presidio. Esa imagen la persigue hasta hoy.
Lo curioso sobre la pregunta que se hace Bullrich sobre la autorización
de Vatayón Militante como ONG para activar en las cárceles, es que el Inspector
General de Justicia, quien supuestamente debería dar luz verde a la formación
de este tipo de fundaciones, es un joven abogado de La Cámpora hijo de
desaparecidos: Norberto Carlos Berner.
Berner dice cosas como estas: "Añoro los tiempos de Cámpora,
aunque no los haya vivido". Y sobre los '70, época en la que su papá fue
un dirigente montonero importante, que permanece desaparecido, dice:
"reivindico la experiencia monto del '73". Ambas reflexiones están
guardadas en su testimonio como hijo de desaparecido en la ONG Memoria Abierta.
Los vínculos de Hank S con la agrupación del hijo de la Presidenta se
completan con la estrecha relación que lo une al bloguero estrella de La
Cámpora, Lucas Carrasco, con quien tiene un programa de radio, en América. El
programa se llama TTMundial. Durante la última semana, Carrasco salió en
defensa del "acoso" llevado adelante por los "grupos
mediáticos" en contra de su amigo Soriano, a quién defendió en su blog,
República Unida de la Soja.
El origen del bloguero estrella de La Cámpora reconoce vínculos no del
todo santos con la política. El coequipier del referente del Vatayón, Carrasco,
se inició periodísticamente en Entre Ríos, de la mano de un cuestionado
operador del gobernador Jorge Busti, Oscar Horacio Mori, proveniente de la
derechista Guardia de Hierro. Carrasco era una suerte de operador mediático de
Mori, condenado por administración fraudulenta a tres años de prisión
condicional y posteriormente inhabilitado a 10 años por el desvío de un ATN de
un millón de pesos/dólares a una fundación inexistente. Fue Mori, hacia fines
de los años 90, quien le puso a Carrasco una revista semanal, donde, igual que
ahora hace en 6,7,8, se dedicaba a denigrar a opositores, internos y externos.
También fue este mismo operador bustista quién le financió un programa de TV
por cable y otro de radio en una emisora, que se habría armado con el desvío de
fondos del Senado de la provincia. Sobre esta última irregularidad también hay
una causa penal abierta, que investiga el desvío de más de 22 millones de
dólares y que involucra al ex vicegobernador Héctor Alanis y a otros ex
funcionarios. Para todos ellos trabajó el coequipier de Hank, en materia de
comunicación.
El referente del Vatayón se enojó ante los suyos con el diario que hizo
pública la salida de presos de las cárceles. Les dijo: "Clarín sigue
marcando la agenda de la oposición; soncomo nenes chiquitos que siguen al papá,
Papá Clarín. Son una vergüenza para la política argentina. Recién ahora se
acuerdan de que existen las cárceles, mientras tanto el proyecto nacional y
popular se encarga de bajar los índices de reincidencia y mejorar las. Por
suerte, tenemos patria. Gorilas, atrás!".
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