Tanto el ganador del Premio Nobel de la Paz como el arzopispo de la
diócesis de Merlo-Moreno remarcaron que Francisco "intercedió por
sacerdotes" para salvarles la vida. De ese modo, ambos replicaron las
acusaciones de sectores kirchneristas que asociaron al Santo Padre con el
gobierno militar.
El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel aseguró que "no
hay ningún vínculo que relacione" a Jorge Bergoglio con la dictadura
militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, mientras monseñor Jorge
Casaretto dijo que el papa Francisco "intercedió por sacerdotes".
El sacerdote Miguel La Civita, quien fue testigo en el juicio por los
asesinatos de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville durante la
dictadura, se pronunció en el mismo sentido al manifestar que Bergoglio
"ayudó a salir del país" a perseguidos por los militares. Pérez
Esquivel, reconocido militante por los Derechos Humanos, sostuvo que "hubo
obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero Bergoglio no. No creo, como
algunos dicen, que haya sido cómplice de la dictadura".
En declaraciones a BBC Mundo y radio La Red, opinó, sin embargo, que
"tal vez no tuvo el coraje, la presencia de reclamar con mayor
fuerza" por los detenidos y desaparecidos a manos de las Fuerzas Armadas.
"A Bergoglio se lo cuestiona porque se dice que no hizo lo
necesario para sacar de la prisión a dos sacerdotes, siendo él el superior de
la congregación de los Jesuitas", expresó Pérez Esquivel, y dijo saber que
"muchos obispos pedían a la junta militar la liberación de prisioneros y
sacerdotes y no se les concedía".
El Premio Nobel de la Paz sostuvo que "no hay ningún vínculo que
lo relacione con la dictadura. A Bergoglio no, no se le puede acusar de haber
sido cómplice de la dictadura".
El administrador apostólico de la Diócesis Merlo-Moreno, monseñor Jorge
Casaretto, replicó en declaraciones a radio Continental a un sector del
kirchnerismo que acusó a Bergoglio de haber sido "cómplice" de la
dictadura, al manifestar que el nuevo Papa "intercedió por sacerdotes"
ante los responsables del régimen militar.
"Bergoglio fue interpelado por la Justicia y quedó claro que él
intercedió por dos sacerdotes (durante la última dictadura). Uno de ellos murió
y el otro mantiene buenas relaciones con Bergoglio", destacó el religioso.
El actual Papa fue acusado de haber quitado durante el régimen
encabezado por Jorge Rafael Videla, en su rol de representante distrital de los
jesuitas, la licencia eclesiástica a los sacerdotes de su congregación Orlando
Yorio y Francisco Jalics, quienes se desempeñaban como curas en villas de
emergencia.
Los religiosos fueron secuestrados y torturados por militares y esos
casos fueron investigados en la denominada "Megacausa ESMA".
El entonces cardenal fue llamado a declarar como testigo y el 8 de
noviembre de 2010 afirmó haberse reunido con Videla y el almirante Emilio
Massera para reclamar por la vida de los curas.
El sacerdote La Civita afirmó que conoció a Bergoglio "cuando yo
era seminarista de la diócesis de La Rioja y fuimos con dos compañeros más a
terminar los estudios en Buenos Aires y paramos en el Colegio Máximo de San
Miguel, que es el colegio de los jesuitas. Debe haber sido en 1975", tras
el asesinato del obispo Enrique Angelelli.
En declaraciones a LT3 de Rosario, La Civita contó que "a pesar de
los comentarios" que había en la Iglesia sobre Bergoglio "en cuanto a
su participación en la dictadura", él le había referido al obispo de
Bariloche, monseñor Jorge Maletti, en un viaje a La Rioja por el aniversario de
la muerte de Angelelli, que su "experiencia era otra".
"Yo había visto que (Bergoglio) ayudó a mucha gente a salir del
país, en un momento en que había tanta gente desaparecida", contó el
sacerdote, y sostuvo que "había visto personalmente cómo en el Colegio
Máximo se escondía gente para preparar la documentación y todo lo necesario
para hacerla salir del país. Eso lo vi yo, había sido mi experiencia".
La ex jueza Alicia Oliveira dijo en declaraciones a TN que las
acusaciones contra Bergoglio "no son ciertas".
"Sé la cantidad de gente que sacó del país, sé la cantidad que
ayudó, es muy digno, es muy respetable", sostuvo la magistrada.
"No quiero calificar porque ellos se dedican a calificar a la
gente, pero estoy segura que no es cierto lo que están diciendo, lo que están
diciendo es una infamia", agregó.
El diputado bonaerense kirchnerista Fernando "Chino" Navarro
también rechazó las acusaciones: "Hay compañeros de organizaciones de
derechos humanos que están molestos porque hay una cuestión vinculada a su
participación en la dictadura, en la desaparición de algunos sacerdotes, donde
Bergoglio está cuestionado e investigado".
Sin embargo, dijo en declaraciones radiales, "yo me quedo con la
opinión de Pérez Esquivel, de Alicia Oliveira, que son personas intachables que
dicen que Bergoglio tuvo una actitud, un compromiso y una conducta durante la
dictadura que dista mucho de lo que se lo acusa".
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