Comisión educación – Conclusión
- La educación por sí sola no puede resolver los problemas de pobreza y
desigualdad social. La disminución de las brechas de desigualdad social y la
elevación de la calidad de vida de los habitantes deben ser metas certeras de
las políticas del Estado, en términos reales y sustentables; de otro modo el
sistema educativo probablemente seguirá reproduciendo las diferencias de
origen.
- El sistema educativo es Federal, así lo establecen la constitución y
las leyes que lo norman, de modo tal que la planificación y el financiamiento
de la educación obligatoria son responsabilidades directas de las provincias;
pero el Estado nacional tiene, entre otras, la responsabilidad de articular los
subsistemas jurisdiccionales, implementar programas de mejoramiento y proveer a
las provincias de los recursos a través de la coparticipación. Hoy las
principales desigualdades se plantean en torno a una inequitativa distribución
de los recursos que reproduce las diferencias e injusticias planteadas por el
régimen de coparticipación federal, generando que las provincias pobres tengan
sistemas educativos pobres.
- El Consejo Federal de Educación funciona más como una herramienta de
sometimiento de la voluntad de las provincias en términos educativos a través
de acuerdos de cumplimiento obligatorio que como un órgano de coordinación. Las
provincias gobiernan la educación en base a decretos y resoluciones
ministeriales para adecuarse a los anteriores.
- Deben terminarse la improvisación y las políticas de impacto mediático
en materia educativa. Es necesario planificar, detectar las demandas
específicas y reasignar los recursos de manera más eficiente y equitativa,
tanto en lo que se refiere a transformaciones como a expansión (de oferta
educativa, de infraestructura, etc.). El Estado (o los Estados) asignan más
presupuesto a quienes menos lo necesitan, ya sea a través de subsidios a la
educación privada, de una distribución incorrecta de recursos sin contemplar
las necesidades específicas o de su redireccionamiento en base a muestras de
voluntad política acorde al oficialismo. Hay urgencias en materia de educación,
y éstas deben ser atendidas primero y con celeridad.
- Fortalecer en lo inmediato los procesos de escolarización temprana,
en condiciones adecuadas de calidad educativa redundaría en un mejoramiento
integral del sistema a largo plazo y de las sociedades del futuro, y de igual
manera ocurriría con la extensión de la jornada de escolaridad, diversificando
los contenidos impartidos.
- La UCR tiene responsabilidades, conduzca o no las instituciones del
Estado, con respecto a la educación. El partido se ha alejado de aquellos
lugares en dónde se forman los docentes y de la actividad gremial, por lo que
debe retomar fuertemente esas tareas. Además, siendo oposición le compete un
rol muy importante en cuanto a no quedarse en silencio ante los sucesos y los
hechos, ante la malversación o encubrimiento de la información, y sobre todo,
ante la ausencia de políticas serias en materia educativa.
- La ley 1420 constituyó una política educativa puesto que buscaba
sentar las bases de un modelo educativo nacionalista y acorde a la época, pero
las leyes en sí mismas no constituyen políticas. Producto de este mal
entendimiento, hoy tenemos sistemas educativos que frustran a alumnos, docentes
y las expectativas de la sociedad, e incluso medidas innovadoras e inteligentes
que terminan diluyéndose. En la actualidad la educación excede al ámbito del
aula, y debemos planificar seriamente las políticas educativas que hemos de
implementar. Es necesario redefinir los objetivos, el ¿para qué? de la
educación, sus contenidos y estructuras pedagógicas.
- Como estrategia fundamental para mejorar la calidad educativa es
necesario fortalecer la formación docente, apostando a la profesionalización y
la preparación integral y calificada, además de la jerarquización y el
reconocimiento, en términos cualitativos y económicos, de la labor docente. Una
educación de excelencia requiere docentes de excelencia y con una paga
adecuada. Es necesario articular seriamente las acciones de los diferentes
niveles educativos e instituciones que tienen como responsabilidad la formación
docente.
- Otra herramienta para el mejoramiento de la calidad educativa es la
evaluación continua, que debe ser una práctica habitual hacia el interior del
sistema educativo, tanto de los alumnos, como los docentes y las instituciones
del sistema; luego la información debe ser una herramienta fidedigna para
implementar mejoras a partir de un conocimiento más acabado de la realidad, mas
no encubierta o interpretada de acuerdo a las aspiraciones políticas del
momento.
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