Cantera Popular

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lunes, 16 de diciembre de 2013

IDEOLOGÍA UCR


Fundamentos filosóficos que guiaban a Yrigoyen. Muchos de los autores que intentan aproximarse al fenómeno del radicalismo pasan por alto este tema, sin el cual no puede comprenderse gran parte del accionar político de Yrigoyen, sobre todo su obsesión por la "armonía social".
Fue seguramente Karl Christian Friederich Krause (1781-1832) quien más influenció en ese terreno a Yrigoyen y a otros dirigentes radicales.
Hay tres o cuatro cosas muy importantes que en el pensamiento y la practica política de Yrigoyen y el radicalismo están directamente tomadas del krausismo y que se han integrado a las raíces de lo que podría denominarse una "ideología radical". Y que, insisto, se concilia muy fácilmente con la ilustración del siglo XVIII, con el pensamiento de la Revolución Francesa, con las corrientes del idealismo romántico social de la Generación argentina de 1837.
En primer lugar, la idea de democracia, como expresión de la soberanía popular de la participación. La concepción del individuo concebido como ser para la libertad y con la solidaria armonización del individuo con las necesidades de la sociedad en su conjunto.
En segundo lugar, la idea de nación y de las relaciones de las naciones entre sí, como articulación de soberanías internas, de libre asociación de autonomías, partiendo de la sacralización de los hombres y de los pueblos.
En tercer lugar, algo que esta muy arraigado en el pensamiento radical, que es la concepción de armonía social, del dialogo, de la tolerancia, de la pacífica superación de los conflictos, de un humanismo pacifista.
Creo que, además, hay en Yrigoyen, como en todos los radicales notorios, algo así como un "estilo krausista" en su personalidad, en sus costumbres, en sus modos de actuar: la austeridad, la sobriedad, el permanecer un poco oculto de la publicidad y todo ello se expresa hasta en el modo de vestir.
Este estilo krausista estaba muy acendrado en Yrigoyen: su manera de hablar, su actitud de convencer, su gesto pedagógico en el trato político individual. Esto se traslado a los más notables dirigentes radicales, que no actuaban así porque "eran krausistas": simplemente recogieron lo que surgía de la conducta de su líder, y lo incorporaron a una filosofía de vida y a una ética social.
Recuerdo a Elpidio González, vicepresidente de la Nación, que tomaba el tranvía para ejercer su cargo en la casa de gobierno, o de Amadeo Sabattini, gobernador de Córdoba y conductor del radicalismo, que muy pocas veces se lo veía en público, porque salía muy poco de su pobre casa, en un pueblito de la provincia y no creo que ninguno de ellos tuvieran esos modos por adherirse a una escuela filosófica "krausista" (...)
Ricardo Balbín, varias veces candidato a presidente de la Nación por la UCR y conductor del partido por muchos años, cuando muere el hijo de Batlle y Ordoñez, presidente del Uruguay (típicamente krausista) va al entierro en Montevideo (saliendo por primera vez de la Argentina), durante el último régimen militar en la Argentina y dice un hermoso discurso con claras connotaciones krausistas. Sin embargo yo no creo que Balbín haya leído nunca a ni a Tiberghien ni a Krause (...) Un gran krausista, con conocimiento y clara conciencia de lo que era el krausismo, un krausista consciente y explícito, fue Don Arturo Illia (...) Desde luego, el radicalismo no fue solamente influido por el krausismo o el liberalismo del siglo pasado. Si bien Yrigoyen no tenía conocimientos profundos del marxismo, sí era claramente antipositivista, espiritualista y humanista, y esto forma parte permanente de las concepciones ideológicas del radicalismo." (Osvaldo Alvarez Guerrero en Orígenes de la democracia Argentina)
Podría decirse que para el krausismo, si el hombre no puede determinarse en el plano político, todas las demás esferas sociales se resienten. Es decir la primera y principal "alienación" es la política. Por eso el sufragio será para Yrigoyen "fundamento de la legitimidad de todos los poderes"..." (Pasalaqua en Orígenes de la democracia Argentina)
Consideramos que resulta de suma importancia detenerse en este aspecto de la influencia del krausismo, ya que no solo influenció claramente a Hipólito Yrigoyen, sino también a importantes dirigentes radicales posteriores.
Decíamos anteriormente que muchos historiadores (otra vez puede ser citado D. Rock) prefieren tomar el camino fácil, atribuyendo el comportamiento de Yrigoyen a delirios místicos o a metodologías demagógicas, en vez de investigar la influencia de los krausistas españoles, de Sanz del Río, de los liberales franceses o de la generación del 37 en el pensamiento del radicalismo. Tampoco es posible entender fuera de este marco la "tozudez" de Yrigoyen en no formular propuestas concretas e insistir en la causa de la reparación nacional o en el cumplimiento a rajatabla de la constitución y la libertad del sufragio.
Actualmente existen interesantes investigaciones que reflejan los nutridos contactos de los republicanos españoles del siglo pasado con intelectuales del radicalismo.

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