Las primarias legislativas que se celebraron ayer suponían para
Cristina F. de Kirchner un duro ‘examen’ que no ha conseguido superar. Hartos
de la corrupción y la situación económica del país, los electores han
‘castigado’ a la presidente con unos resultados que alejan su posibilidad de
sacar adelante la reforma constitucional necesaria para poder optar a un tercer
mandato a partir de 2015.
La mandataria debía obtener una amplia ventaja para poder alcanzar en
los comicios legislativos de octubre los dos tercios necesarios en el
Parlamento para reformar la Carta Magna. Sin embargo, a pesar de la victoria,
Cristina F. de Kirchner se ha quedado a las puertas del ‘sueño’ de la ‘re
reelección’.
El oficialismo consiguió el 29,2%, frente al 23,6% de radicales y
progresistas y el 21,6% del dividido peronismo disidente. Pero a pesar de
seguir siendo la fuerza más votada en Argentina, ha perdido en las elecciones
primarias de este domingo los cinco distritos más importantes de Argentina.
Fue el peor resultado desde las primeras elecciones legislativas en las
que compitió, en 2005, tras haber llegado en 2003 al gobierno con sólo el 22
por ciento de los votos al cancelarse la segunda vuelta electoral.
Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (P.A.S.O.) definieron
a los candidatos que competirán en las elecciones legislativas de medio término
del 27 de octubre, pero también delinearon el nuevo escenario político de cara
a los dos últimos años de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El oficialista Frente para la Victoria (Fpv, peronista) se mantuvo como
la primera fuerza política a nivel nacional, ya que es la única agrupación con
representación en casi todas las provincias, pero sufrió amplias derrotas en
los cinco principales distritos del país y hasta en la austral Santa Cruz,
donde los Kirchner construyeron su carrera política.
El kirchnerismo obtuvo uno de cada cuatro votos en el país, lejos
incluso de la derrota electoral legislativa de 2009, cuando el ex presidente
Néstor Kirchner (2003-2007) perdió en la provincia de Buenos Aires al obtener el
31,2 por ciento de los votos.
La caída es mayor si se compara con el 54,1 por ciento que en 2011 le
dieron la reelección a Cristina Fernández de Kirchner.
La presidenta acusó la derrota, pero aclaró que con los resultados de
la primaria el kirchnerismo estaría “en condiciones de mantener e incluso
aumentar la representación parlamentaria”. Es que en octubre se renovarán las
bancas que el FpV ganó en 2009, cuando el revés electoral lo llevó a perder las
mayorías propias en ambas cámaras, por lo que parte de una base comparativa
baja.
Lo que está claro es que el kirchnerismo se ha despedido del 54% que
obtuvo la presidenta en las presidenciales de 2011. La desaceleración de la
economía, así como la corrupción y la inseguridad ciudadana han tenido parte de
la culpa de la caída del la popularidad de la actual mandataria.
“Ya lo dije, no soy eterna”. Así ha comenzado hoy la presidenta su discurso
durante el acto de inauguración de obras viales en Río Gallegos, en Santa Cruz.
Unas palabras con las que parece aceptar su derrota.
Cristina F. de Kirchner se enfrentó el pasado jueves a una cacerolada
en varias ciudades del país que dejaban entrever los resultados de las
primarias legislativas. A tres días de los comicios, miles de manifestantes
argentinos se movilizaron contra la corrupción, la inseguridad, el desempleo,
la inflación y el fraude electoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario