Al final del proceso electoral del 2002 tuvimos como resultado un
primer lugar del ex-presidente Carlos Menem con un 24 % de los votos y un
segundo lugar de Néstor Kirchner, cuasi desconocido caudillo de Santa Cruz con
un 22 % del padrón. Parece que hay poca memoria pero quien dio a Kirchner el
empuje y apoyo para que obtuviera este porcentaje fue el entonces presidente
(por emergencia) Eduardo Duhalde. En esos meses el mensaje más comentado era
que Kirchner sería solamente un títere del ex-gobernador bonaerense para
ejercer el gobierno desde las sombras... que equivocados estábamos todos los
que pensamos así... pero continuando con el tema.
Menem en una maniobra desestabilizadora de la autoridad ejecutiva
sabiendo que con una figura de imagen negativa de más del 70% saldría perdedor
en el Balotage se retira del mismo dejando a un presidente que fuera perdedor
durante la primera vuelta negándole al mismo la posibilidad de obtener una
legitimización por parte del pueblo en los comicios.
Kirchner está en problemas, necesita generar una imagen pública fuerte
alejándose de Duhalde (su supuesto titiritero) y estableciendo un vínculo con
la ciudadanía... Aquí es donde entra Clarín en la historia.
Para quienes no lo sepan por ley las frecuencias televisivas no pertenecen
a los canales privados, estos cuentan con una concesión de X años otorgada por
el gobierno para poder transmitir a través de dichas frecuencias. El problema
de Clarín en este punto del relato es que su concesión está a punto de caducar.
Necesitan que el presidente electo extienda la misma o puede entrar a concurso
público. Tal vez quienes son muy jóvenes no lo recuerden pero esta fue la etapa
del llamado "matrimonio de Kirchner con el pueblo" aunque
tranquilamente podríamos llamarle el matrimonio de Kirchner con los medios. Un
periodo en el cual su imagen fue realzada y fortalecida por una campaña
mediática más que positiva. El ser K en esos días distaba del significado
peyorativo con el cual hoy los medios lo envuelven. Se lo relacionaba con la figura
del pingüino, un animalito agradable y simpático, se le hacían notas ligeras
llenas de chistes... todo era positivo.... El ser K era un adjetivo bien
recibido por raro que hoy nos parezca.
Así es como Kirchner y el grupo Clarín forman una alianza extraña para
extender el dominio de Clarín a través de Canal 13 en el aire nacional y
fortalecer la imagen del desconocido presidente de la Patagonia.
¿Cuando se rompe esta alianza? Al presentarse la candidatura de
Cristina Fernández Clarín presenta un segundo pacto al matrimonio presidencial
ofrece nuevamente la posibilidad de una
campaña de imagen positiva y pide a cambio protección de la persecución
política en los casos que los vinculan con el gobierno de la última dictadura
militar.
No se sabe si fue por un motivo ético o por un motivo de ego propio por
el cual Cristina Fernández no acepta el pacto. El motivo solo lo sabe ella y
sus allegados pero al rechazar el segundo pacto se inicia la guerra mediática
en la que vivimos aún hoy día. Una guerra en la cual ambos la presidencia y
grupo Clarín son atacado desde todos los ángulos posibles y en el cual
nosotros, el pueblo, estamos atrapados en medio.
Espero que esto ilustre un poco mejor el origen del porque vivimos lo
que vivimos desde hace ya varios años en los medios oficialistas e
"independientes"... más allá de las posturas políticas, no hay santos
en esta historia, de un lado o el otro, de cualquier perspectiva, ambos
pactaron con el demonio.
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