Desayunarse la noticia de que hubo un nuevo choque de trenes, cae como
un trago de cianuro.
La Argentina no se termina de levantar de una, y viene la corrupción y
le vuelve a dar una patada en el estómago.
Luego de la tragedia de Once, se llenaron la boca hablando de inversiones,
de reparaciones, etc. pero cuando se mostró que los trenes habían sido solo
pintados, éramos unos gorilas golpistas sin remedio.
Hoy probablemente esa gente salga de abajo de la baldosa solamente para
tomar un poco de aire y volverse a esconder, porque son cobardes, cobardes que
ante el primer problema se esconde o huyen… puta ironía que actúen igual que la
Sra., sin dar respuestas.
La corrupción también mata, y el hecho de los trenes no es un caso
aislado, ni siquiera en el dia de la fecha. La corrupción nos mata en las
rutas, día a día muerte gente, familias enteras, gente como vos, como yo, como
tus viejos, a causa de accidentes de tráfico. No por imprudencias, sino por
negligencia, por corrupción, por que hoy por hoy las rutas Argentinas son una
trampa mortal, símbolo de un modelo que se desmorona.
Entrar al diario y leer que alguien murió a causa de un accidente es
cosa de todos los días, pero ya estamos insensibilizados, ya pasamos de largo,
leemos por arriba y a otra cosa. Qué triste, que triste insensibilizarse ante
la desgracia. Hoy todos vamos a hablar de los trenes, de Once y de corrupción.
Algunos hablar de conspiraciones, otros no hablaran en absoluto.
Pero no nos olvidemos, que NOS ESTÁN MATANDO día a día, con la
inseguridad, con la corrupción, en las calles, en las rutas y en las vías, nos están
matando.
Otra vez el Sarmiento, ahora bajo intervención estatal
El accidente en la estación de Once ocurrido en febrero de 2012 dejó 51
fallecidos y decenas de heridos. Pero también hubo otros hechos menores que
evidenciaron la situación del servicio, intervenido por el Gobierno
El ferrocarril Sarmiento, al igual que la mayoría de las líneas urbanas
que recorren la Capital y el Conurbano, ha sido protagonista de varios
accidentes en los últimos años, incluida la tragedia de Once, la mayor que se
recuerde en décadas.
El 22 de febrero de 2012, a las 8:33 de la mañana, una formación que
ingresaba a la estación de Once embistió frontalmente el parachoque, provocando
la muerte de 51 personas, y dejando heridas a más de 700.
La tragedia provocó la salida del entonces secretario de Transporte,
Juan Pablo Schiavi, y puso en el foco la situación de los trenes, con escasa
inversión en los últimos años, y beneficiados con millonarios subsidios
estatales.
Ese accidente generó además que el Gobierno decidiera quitarle la
concesión a TBA tanto del Sarmiento como del Mitre, y constituyera una unidad
operativa de gestión para administrar esas líneas ferroviarias.
Además, bajo la gestión del ministro Florencio Randazzo, se anunciaron
una serie de obras para mejorar el servicio, que implicó el mejoramiento de
vías y la compra de nuevos coches.
Sin embargo, el servicio protagonizó otros incidentes, menos
impactantes que el de Once, pero que también generaron fuerte preocupación.
-11 de junio de 2012: una formación que se dirigía en sentido a la
Capital, descarriló a la altura de Merlo. Si bien no hubo pasajeros heridos,
durante varias horas el servicio estuvo reducido entre San Antonio de Padua y
Once. El mismo día, otro convoy embistió un auto en Laferrere y una persona
murió.
-18 de enero de 2013: una locomotora del servicio diesel, que llegaba
desde Mercedes, hizo una mala maniobra y descarriló al ingresar a la estación
de Once, a pocos metros del andén.
-26 de febrero de 2013: una formación que se encontraba camino a Moreno
sufrió la explosión de una caja térmica en el exterior del último coche, lo que
provocó un intenso ruido y generó el caos entre los pasajeros, cerca de la
estación de Caballito.
-6 de marzo de 2013: una formación sin pasajeros descarriló entre las
estaciones Morón y Haedo, cuando salía de los talleres rumbo a la cabeza del
ramal para iniciar su recorrido.
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