El asunto en el caso Kirchner – Lazaro Baez – Fariña no es ni el lavado
de dinero ni la evasión impositiva, es el asalto durante una década a las arcas
del estado a la vista de todos. Los Kirchner jamás han escondido sus delitos,
lo que hicieron fue llegar hasta el 2008 con una complicidad tan generalizada
que quedará en la historia de la vergüenza nacional.
Al Capone fue apresado por evasión impositiva y siempre se señala eso
como una genialidad, pero en realidad era pura impotencia, porque el mafioso
más célebre de la prohibición no era un asaltante sino que hacía negocios en
áreas que el gobierno había decidido prohibir, sin que hubiera víctimas. Era un
delincuente porque su actividad iba acompañada de todo tipo de crímenes, pero
no del robo. Vendía alcohol a quién quisiera comprarlo. El estado al prohibirlo
dejó ese mercado sólo para a los delincuentes.
Con las drogas el problema aumentó porque los flujos de dinero se
hicieron exorbitantes Esa prohibición a diferencia de la del alcohol, se hizo
mundial.
Tampoco el dinero del narcotráfico es robado, pero ¿cómo perseguir a
los narcos internacionales por evasión impositiva?
No creo siquiera que exista acción por evasión por actividades sin
víctimas que se encuentran prohibidas, porque no hay forma de pagar impuestos
por algo que el estado decide que no se puede hacer, sin someterse al castigo
establecido. Es decir, se transforma en la elección entre dos castigos, pagar
impuestos se vuelve una confesión y una entrega, por lo tanto si en los
tribunales se pudiera discutir todavía de cosas serias que definen al sistema
político (cosa imposible), creo que las acciones por evasión contra un Al
Capone no podrían prosperar con seriedad. Si yo fuera juez al menos, porque o
la actividad está prohibida o se recuadan impuestos por ella, pero las dos
cosas juntas no cierran desde el punto de vista lógico. Ni siquiera entro en la
cuestión de que la evasión tampoco debería ser delito.
El invento del delito del lavado de dinero es más incoherente todavía.
Resulta que se transforma en crimen no sólo una actividad sin víctimas sino un
movimiento (del negro al blanco) que permite al estado cobrar impuestos, que
antes estaban siendo “evadidos”. Al Capone preso por evadir, y un señor X del
narcotráfico por lavar, es decir por hacer algo para dejar de evadir.
Gataflorismo penal del estado prohibicionista.
Lo único coherente (no digo justificado) por lo que se podría perseguir
a Al Capone y a los narcos es por desobediencia. Esos son todos los delitos sin
víctimas. Pero el estado no quiere asumir su autoritarismo.
Igual que los mafiosos los funcionarios ladrones hacen una exhibición
orgullosa de cómo pagan impuestos, como si eso fuera un indicio de que la plata
por la que pagan se la ganaron.
Acá viene la diferencia entre los narcos, Al Capone y ellos. Los
primeros no robaron nada, se les debió inventar figuras o forzar otras. En
cambio los lavadores de dinero robado al estado tiene como víctimas a todos los
“contribuyentes” y al estado en lo inmediato. Lo que tienen no les pertenece.
Para los corruptos que se les diga que no pueden justificar el origen
de sus fondos es una buena noticia, porque es un tema menor frente al hecho de
que no es su dinero y si logran pagar impuestos son los tipos más felices del
mundo. Total nada del monto imponible es de ellos.
Por eso, atención. Que el caso Fariña esté en el casillero de la
evasión, es un síntoma más de la impunidad con la que los K se llevaron todo.
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