Cantera Popular

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viernes, 30 de agosto de 2013

CFK Y EL TRASTORNO MENTAL GOLLUM O AMBICIÓN POR EL PODER



El "Trastorno de Gollum" es una enfermedad que ataca principalmente a la razón administrativa. El trastorno mental gollum o ambición de poder sólo para sí mismo, caracteriza algunos seres humanos que se destacan entre los demás por su capacidad de manipulación y consecuente liderazgo, pero en cualquier momento, transforman la confianza política que la comunidad les otorgó y la proyectan –la confianza política- en dispositivos normativos de control del sujeto. La ética, la legitimidad política, la fuerza de la tradición, el sujeto histórico, quedan desdibujados ante la norma y el uso injusto de la validez jurídica.
Tales son los casos de Cristina Fernández de Kirchner, Presidente de Argentina, y Hector Magnetto, director del Grupo Clarín. Sus trastornos mentales gollum son causa de sus acciones, pero repercuten en la comunidad cuya confianza política ha sido traicionada o, en el caso de Magnetto, menos perceptible, engañando a las personas con mentiras corporativas. Este trastorno mental puede manifestarse al mismo tiempo el entorno del enfermo principal, por lo tanto, el impacto social que causa es la total desconfianza política de los ciudadanos. Lo mismo ocurre con los medios de comunicación del Grupo Clarín que luchan por destruir la moral y ética de los ciudadanos.
En el trastorno gollum fantasía y pensamiento ocupan el mismo lugar psíquico, en el que también habita el auto-erotismo del sujeto que imagina tener el mundo dentro de sí –es el homúnculo que deforma el símbolo hermético uroboros; éste sujeto parece serpiente que se muerde su propia cola para vigilar el poder que tiene sobre los demás. Esto es un monólogo gubernamental, y la relación con la comunidad, una serie de representaciones mentales que reflejan las acciones de éste sujeto con los demás.
Cristina Fernández de Kirchner demuestra sufrir el trastorno Gollum al querer ordenar jurídicamente la sociedad aprovechando la confianza que se le otorgó como líder, con el único objetivo de controlar las acciones de los individuos mediante la coacción normativa. La intervención de La Campora en las escuelas responde a la misma psicopatía. La mandataria reconoce en la educación el pilar sobre el que soporta el estado el futuro político de la comunidad, e intenta asegurarse un lugar importante en la sociedad.
El trastorno mental gollum está inserto en la estructura cognitiva de Cristina Fernández de Kirchner, y debido a su trastorno intenta disminuir la potencia del deseo de saber; para que los ciudadanos tengan como límite de lucidez mental y creativa, a la normatividad (censura). Cristina Fernández de Kirchner sueña con tener completo control sobre la autonomía académica para seguir obedeciendo a sus patrones corporativos que le brindaron riqueza y poder a cambio de su flagrante Traición a la Patria y su permanente violación a los Derechos Humanos (Monsanto, Vacunas).
Ahora que Monsanto desea un nuevo presidente en Argentina, Cristina Fernández de Kirchner está desesperada y al borde de la demencia, también por causa de su bipolaridad y depresión crónica.
Otro enfermo y sumiso a las corporaciones que destruyen la vida en el planeta es Sergio Massa, quien es premiado con propaganda masiva desde los medios cooptados por bancos internacionales, y por supuesto Hector Magnetto.
Los únicos que pueden destruir esta estructura viciada son los ciudadanos conscientes, dejando de comprar Diario Clarín, Diario La Nación y evitando dar rating a programas televisivos o radiales de estos grupos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

LO QUE CFK NO DIJO CUÁNDO COMPARÓ ARGENTINA CON AUSTRALIA Y CANADÁ


La Presidenta aseguró que la deuda externa de la Argentina es mucho menor que la de esos países, pero ocultó que para pagarla se tomaron fondos del Banco Central y la ANSES. Además, evitó comparar el nivel de reservas con otras naciones de América Latina, que dejan a la Argentina en el último puesto de la región.
Durante la convocatoria a empresarios y sindicalistas que Cristina Kirchner encabezó ayer, la mandataria cerró su discurso con una curiosa comparación: mostró cifras de la realidad económica de la Argentina junto a la de Australia y Canadá, dos de los países con más alto estándar de vida del mundo.
Si bien la Presidenta se encuentra preocupada por la caída del nivel de reservas que causa la importación de energía y los pagos de la deuda, ayer aseguró que en nuestro país “representan un 7.8 por ciento del PBI”, mientras que ese mismo indicador es de sólo un 3,3 por ciento en Australia y 3,8 en Canadá.
Esas cifras son correctas, pero la manipulación de la información surge a partir de los países elegidos para la comparación. Si el indicador de reservas sobre PBI se hubiese comparado con otras naciones de Sudamérica, el panorama hubiese sido distinto: la Argentina ocupa el último lugar en el ranking, mientras que sólo es superado por Colombia en el nivel total de reservas.
“A nadie en Australia, Canadá o Suiza le importa el nivel de reservas, es totalmente irrelevante en países estables”, aseguró a LPO el economista Agustín Monteverde. “Se trata de países que en los que nunca en la historia pensaron en sacarle plata al Banco Central, nadie esta pensando que pueda haber corrida contra sus monedas”, agregó.
Monteverde explicó además que el número de reservas que informa el Banco Central está “inflado” porque no se descuentan las obligaciones a muy corto plazo y se tienen en cuenta fondos provenientes de préstamos de otros bancos del mundo. Se trata de dinero que el Central no podría utilizar para enfrentar una corrida porque se vería obligado a devolverlo a los acreedores.
La verdadera deuda
Cristina Kirchner comparó además una cifra que surge de las banderas que el kirchnerismo siempre enarboló: la reducción de la deuda externa. La Presidenta comparó el 30 por ciento de deuda externa sobre PBI que tiene la Argentina contra el 89 por ciento de Australia y el 73 de Canadá.
Sin embargo, el porcentaje de deuda calculado por el Ministerio de Economía sube al 45 por ciento si se tiene en cuanta la deuda pública, que incluye la deuda interna, que es la que el Estado debe a organismos del Sector Público Nacional como la ANSES.
“De hecho, la deuda pública real es del 80 por ciento si se incluye la deuda interna enorme, que hay que pagarla: si no se paga, hay un default interno con los jubilados.
Como sólo se toma deuda interna nunca se calcula en el valor total lo que se le debe a la ANSES ni al Central”, explicó Monteverde.
El Gobierno viene afrontando de esta manera los pagos de la deuda externa, y todavía no ha enfrentado ningún vencimiento de las Letras del Tesoro que otorga al Central ni a la ANSES cuando les pide dinero prestado, ya que son a 10 años desde su emisión.
Surge entonces la duda sobre si el Estado será capaz de enfrentar estos pagos cuando venza el plazo.

lunes, 26 de agosto de 2013

LA CRISIS DEL RELATO YA NO PUEDE SER DISIMULADA POR SUS MEDIOS



El 54% ya no existe y el cristinismo deberá a aprender a convivir con el 26% de votos que le queda. El ajuste en su caudal electoral muestra las fisuras en su modo de contar la realidad que pareció tener éxito 2 años atrás. El malestar se generaliza y emerge incluso en el aparato propagandístico.
Se sabe que el contenido ideológico y moral del cristinismo se cimienta sobre lo que sus críticos han denominado el relato.
De esa forma de contar la realidad, Néstor Kirchner y luego su esposa y sucesora en la Presidencia de la Nación, Cristina Fernández, se valieron para reconstruir su pasado, y desde hace 10 años relatar su presente y el presente del país.
Según el relato, en la Argentina la inflación no llega a los 2 dígitos. Según el relato, la inseguridad "es una sensación". Según el relato el aumento a los jubilados se cuenta en tasas que superan el 1000% pero en los hechos lo percibido por el sector pasivo apenas se acerca a la canasta básica de alimentos.
Para sostener ese relato, el cristinismo desplegó un monumental aparato de propaganda que incluye a los medios estatales (radio y TV publicas) y un sin fín de medios privados, entre canales de televisión, emisoras de radio y publicaciones gráficas.
Este sistema se ve favorecido ( y mantenido) por el reparto discrecional del presupuesto que se le asigna al Estado para publicitar los actos de gobierno. La pauta oficial.
El 54% obtenido por el cristinismo en las elecciones de 2011, a ojos de la Casa Rosada, convalidó el relato. Ahora, tras el magro 26% alcanzado en las elecciones primarias, quedó en evidencia que el relato entró en crisis y que los medios que lo propagandizan no pueden disimularlo.
Como botón de muestra se puede tomar al Diario Popular. Es significativo el ejemplo porque se trata del 3er diario más vendido del país, detrás de Clarín y La Nación, pero que no tiene una línea editorial crítica contra el Gobierno Nacional.
En pocas palabras, Diario Popular es el matutino afín al cristinismo más vendido de la Argentina (aunque le da un espacio relevante a los casos de inseguridad). De acuerdo a datos del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), las ventas del diario de la familia Fascetto se ubican por encima de los 85 mil ejemplares.
Por ello resulta revelador lo que se puede encontrar en su interior. Si se toma la edición de este martes 20/8 de Diario Popular  se puede ver que en su portada no hay ningún tema a priori que incomode al gobierno de Cristina Fernández (se destacan las notas del "policía vengador" que "escracha" delincuentes en Facebook y el debut de Deportivo Riestra con Diego Maradona como asesor)  y al recorrer sus páginas tampoco hay muchas noticias que desentonen con la línea editorial que más le gusta a la Casa Rosada (poco espacio se le dedicó a algunas críticas sobre el "modelo" económico).
Y entre notas que destacan la concurrencia a Tecnópolis, el "movimiento" por el fin de semana largo,  los comentarios de la diputada Di Tullio presagiando un "golpe institucional", y la solicitada del Ministerio de Planificación desmintiendo al diario La Nación (ver nota relacionada), el lector llega hasta "Pido la palabra", la sección de cartas de lectores del Diario Popular, donde el relato entra en crisis.
En la edición de este martes se observan comentarios de lectores que discrepan abiertamente con la visión cristinista. Ya no se trata de redactores condicionados por los deseos del Gobierno Nacional. Son personas que viven día a día una realidad que los medios aliados buscan ocultar o disimular, en el mejor de los casos.
Por ejemplo, se puede leer el comentario irónico de Gloria Alonso, quien llama a defender la "soberanía" y apunta a una delirante invasión norteamericana en busca "armas terroríficas" que no son otras que "nuestros claros y videntes dirigentes".
"Ni los agujeros negros del espacio son superiores a nuestro Ministerio de Economía. El tornado más feroz de los últimos años no puede superar a la destrucción y succión de la AFIP y medidas económicas que se implementan en el país", advierte la lectora.
Otra de las cartas incluidas en la edición señalada es la de Edelma Invernizzi, de 91 años, quien reclama por la deuda impaga con el sector pasivo.  En su misiva, Edelma la recuerda "a la Señora presidenta" que "usted nos prometió prioridad de pago a los abuelos de 80 años en adelante", pero que "nos excluye totalmente, nos ignora, no es justo, ni correcto".
Un carta conjunta de Adriana Lenzi, Diego Mariño y Ovidio Pepe, por su parte, intentan explicar las "causas de la derrota" electoral del Frente para la Victoria en las PASO. "Se creyó que con subsidios como la asignación por hijos o Argentina Trabaja se iba a comprar (la Presidente) los votos de la gente humilde. Las personas, en su mayoría agarraron todo, pero no la votaron", dice la misiva.
"Pesaron más la corrupción de todo tipo, la suba permanente de precios, la falta de trabajo, la pobreza la inseguridad,  el saqueo a la ANSES, la falta de viviendas, el intento reeleccionista y de eternización de la presidenta. Todo esto es lo que empezó a pagar Cristina", finaliza la carta.
María Graciela Roldán apunta al drama de la inseguridad. Como se dijo, Diario Popular, a diferencia del grueso del aparato periodístico afín al cristinismo, le da un importante espacio al tema, e incluso la carta de esta lectora se ubica en un lugar destacado de la sección. "Las elecciones del domingo 11 se caracterizaron por un muy fuerte reclamo en este sentido" dice la lectora y considera "llamativo" que el Gobierno "nunca se haya preocupado por este tema tan urticante".
Sólo 1 de las 6 cartas publicadas en la sección "Pido la palabra" Diario Popular de este martes mostró simpatía hacia la Presidente. Fue la de Ricardo Suárez quien en un mensaje crítico del intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, aseguró al jefe comunal "no lo quiere nadie, pero a la Presidente sí".
La carta restante es la queja de una usuaria que denuncia "a cierta compañía de teléfonos" por los mensajes que recibe en su celular.

jueves, 22 de agosto de 2013

MENTIRAS VERDADERAS DE UNA DÉCADA DESPERDICIADA


El escritor británico George Orwell pensaba que “el lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas”. En su novela 1984, un dictador omnipresente llamado Gran Hermano vigila todos los actos de sus ciudadanos con su Policía del Pensamiento.
Su principal instrumento para construir poder político es la manipulación del lenguaje, eliminando palabras o falseándolas en sus significados. Cree que, al controlar la lengua, puede construir una realidad ficticia. Incluso reescribiendo la historia.
Nada describe mejor lo que está sucediendo desde hace tiempo en nuestro país.
Desde las palabras se exalta la última década como ganada, cuando en la verdad de los hechos fue desperdiciada y robada. Tanto en ilusiones como en logros jamás alcanzados. Otra década democrática de retroceso y caída que se perdió.
Se comenzó por falsificar la realidad desde las estadísticas públicas, fraguando la inflación nacional y, con ella, la desocupación, pobreza, indigencia y crecimiento. Incluso, se sigue afirmando que se puede comer con $6 por día. En el 2001 pagaban el impuesto a las ganancias el 9,7% de los asalariados; en el 2013 este gravamen alcanzará al 30%. La carga impositiva es regresiva, típica de una política económica ultraliberal.
Se destaca que el “modelo” invirtió más que nunca en educación, pero hoy Argentina ocupa el sexto lugar en América latina en dicho rubro. Se pasó de anunciar ostentosamente el proyecto del Tren Bala, a las tragedias de Once y Castelar con muertos y heridos; pese a los multimillonarios subsidios que han recibido sus concesionarios. Se advirtió que iba a haber “traje a rayas para los evasores”, pero se han promovido normas de blanqueo impositivo; además de facilitar el lavado de dinero ilícito.
Se aumentó exponencialmente la inversión en inteligencia militar y del personal dedicado a esas tareas (¿para espiar a quién?), mientras nuestras Fuerzas Armadas carecen de recursos básicos. Se promovió desde el primer día de la década la reivindicación de los derechos humanos. Sin embargo se impulsó desde el Gobierno la ley antiterrorista que criminaliza la protesta social y sindical.
Se re estatizó la mayoría accionaria de YPF, esgrimiendo la soberanía hidrocarburífera, pero luego se firma un contrato leonino de concesión con la estadounidense Chevron.
En el ámbito aeronáutico. Tanto Aerolíneas Argentinas y Austral, como FADEA SA –re estatizadas, son muestras elocuentes del total fracaso del “modelo”, y de que la década no fue ganada en ninguna de las tres empresas, sino robada en las enormes e irrecuperables posibilidades de progreso perdidas.
Subsidios estatales y pérdidas operativas siderales, reiteradas promesas empresariales incumplidas, falta total de inversiones productivas acertadas y pésima gestión corporativa y técnica. Con el agravante en FADEA SA de que “el modelo nacional, popular y progresista”, hostiliza mediante inaudita violencia laboral e institucional, a los trabajadores afiliados a APTA y sus representantes gremiales. No se pueden violentar las palabras con tanta alevosía y esperar impunidad. Las palabras son inescindibles de nuestra humanidad. Cuando las mancillan, nos mancillan a nosotros. Y como si esto fuera poco, cada día hay más pruebas irrefutables de que la corrupción se expandió con impudicia dentro de todo “el modelo”. Sus beneficiarios, esa secta de funcionarios y empresarios amigos del poder, son los auténticos ganadores de esta nueva década saqueada al pueblo argentino.

martes, 20 de agosto de 2013

POLÍTICA K Y UNA DÉCADA PERDIDA 2013: OTRO AÑO PARA VIVIR DE CHANGAS



Hay dos razones para que, por ahora, el 2013 luzca similar al 2012, es decir un año para seguir viviendo de “changas”. Sin proyectos de largo plazo. Solo haciendo negocios de muy corto plazo.
La primera tiene que ver con el gobierno. El cristinismo ya ha dado tantas muestras de arbitrariedad, de violar impunemente la propiedad privada y de aplicar reglas de juego tan insólitas, que nadie se anima a invertir un dólar en Argentina. Lo máximo que la gente está dispuesta a hacer es poner algunos pesos para sostener la estructura productiva que tiene, pagar sus costos fijos para vivir y esperar a ver cuándo se acaba esta locura que va para 10 años desperdiciados. La década pérdida, con un contexto internacional extraordinariamente favorable para encaminar la economía argentina hacia el crecimiento de largo plazo. Tasas de interés bajas y abundante liquidez internacional buscando dónde invertir. Un verdadero pecado haber desperdiciado estos 10 años en aplicar un populismo barato, fabricando más pobres, destruyendo la infraestructura del país y generando un grado de conflictividad social que hay que remontarse varias décadas atrás para encontrar una situación similar o parecida.
Pero bueno, esto es lo que nos tocó o lo que una parte de la población eligió, apostando, al igual que el gobierno, a disfrutar de un corto plazo ficticio, de una falsa ilusión de prosperidad, que hoy da muestras de agotamiento.
La segunda razón para pensar que, y Dios quiera que me equivoque, el 2013 es para vivir de “changas” tiene que ver con la política económica propiamente dicha.
Cualquier economista sabe que los precios son la expresión de las valoraciones subjetivas de los consumidores, que al comprar o dejar de comprar define los precios de los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado. Ese sistema democrático económico por excelencia, en el que se vota todos los días, ha sido reemplazado por un grupo de personas que se considera superior al resto de los habitantes. Son ellos los que deciden qué y cuánto hay que producir, a qué precios hay que vender y en qué calidades hay que producir. Ellos, los seres “superiores” reemplazaron la democracia del mercado (y también la otra) por el autoritarismo económico. Como ellos, que se consideran “superiores” al resto de la sociedad, pueden cambiar de opinión en cualquier momento sobre qué hay que producir nadie puede arriesga su capital para invertir para ganarse el favor del consumidor. Se limita a hacer lo indispensable hasta que termine la dictadura del mercado, haya disciplina monetaria y fiscal y cada uno puede hacer el cálculo económico correspondiente para tomar una decisión de inversión, la cual puede resultar un éxito o un fracaso, pero eso forma parte del riesgo empresarial. Diferente es el riesgo que genera el burócrata de turno con sus caprichos, porque cualquier número que uno ponga en los papeles para evaluar una inversión pueden transformarse en el fracaso más rotundo por el simple capricho del burócrata.
Pero además de las violaciones a los derechos de propiedad que ya ejercer el gobierno sin ningún tipo de disimulo, y de las arbitrariedades intervencionistas de los burócratas “iluminados” que se arrogan el derecho a decidir qué tenemos que consumir, se agrega un tercer elemento de carácter económico. Me refiero a la distorsión de precios relativos que hoy existe en la economía.
¿Qué se entiende por distorsión de precios relativos? Que bienes y servicios que deberían tener un determinado precio en condiciones de libre competencia resultado de las valoraciones subjetivas de las personas, tienen otro diferente porque directamente el Estado así lo decide o bien porque los cambia indirectamente. Por ejemplo, el tipo de cambio no está sometido a valoraciones de la gente, sino a los dictados caprichosos del gobierno. Su precio, dado el actual contexto político y económico, está distorsionado. Otro precio distorsionado es el de las tarifas de los servicios públicos. O los precios de muchos bienes de consumo que, al estar cerrada la economía, son más caros y de menor calidad.

lunes, 19 de agosto de 2013

SÍNDROME DE HUBRIS: 14 SÍNTOMAS PARA MIRAR EN CRISTINA


La primera marca visible del padecimiento del "síndrome de Hubris", llamada enfermedad del ego, reza que se nota "una propensión narcisista a ver su mundo principalmente como un escenario donde ejercitar su poder y buscar la gloria". Hay otras 13 características que el lector puede observar, basados en bibliografía reciente. ¿Será Cristina realmente una persona que padece de este síndrome?
Dos libros, uno de David Owen y J. Davidson (2009) "Hubris syndrome: an acquires personality disorder? A study of US Presidents and UK Prime Ministers over the last 100 years"; y "In Sickness and in Power" (2008) también de David Owen; profundizan este concepto.
Las reglas de “detección del síndrome de Hubris” (visibles en la mayoría de los jefes de Estado actuales, de Berlusconi a Putin) van acompañadas de breves observaciones a conocidos líderes políticos supuestamente emancipadores. Aquí van 14 características basadas en los estudios de Owen:
1) Una propensión narcisista a ver su mundo principalmente como un escenario donde ejercitar su poder y buscar la gloria.
2) Una predisposición para lanzar acciones que puedan dar al individuo una luz favorable, con el fin de embellecer su imagen.
3) Una preocupación desmedida por la imagen y la presentación.
4) Un modo mesiánico de comentar los asuntos corrientes y una tendencia a la exaltación.
5) Una identificación con la nación o una organización hasta el extremo que el individuo valora su punto de vista y sus intereses como idénticos.
6) Una tendencia a hablar de sí mismo en tercera persona o a usar la forma regia de «nosotros».
7) Una excesiva confianza en su propio juicio y un desprecio por los consejos o las críticas de los demás.
8) Un enfoque personal exagerado, tendente a la omnipotencia, de lo que son capaces de llevar a cabo.
9) Una creencia de que antes de rendir cuentas al conjunto de sus colegas o a la opinión pública, la Corte ante la cual deben responder es: la Historia o Dios.
10) La idea inquebrantable de que aquella Corte les absolverá.
11) Una pérdida de contacto con la realidad, a menudo vinculada a un aislamiento paulatino.
12) Agitación, imprudencia e impulsividad.
13) Una tendencia a privilegiar su « amplia visión » en detrimento de la entereza moral de un derrotero señalado, de modo a pasar por alto la necesidad de contemplar las posibilidades prácticas, los costos y los resultados.
14) Una incompetencia «hubrística», cuando las cosas van mal porque demasiada confianza en sí mismo condujo al líder a desatender los peligros y las trampas generados por su propia política.

jueves, 15 de agosto de 2013

LEGADO PATRIÓTICO DE RAÚL ALFONSÍN


Respetado por muchos, criticado por otros, el primer presidente de los argentinos en la vuelta a la democracia se constituyó como una figura que se destaca en la política por su naturaleza al servicio de la Nación. Un repaso de sus logros y la opinión de quienes lo consideran referente.
Raúl Ricardo Alfonsín no es un hombre como cualquier otro, su historia sembró muchas cosas en el país y su legado, al transformarse en el primer presidente argentino en la vuelta de la democracia, aún sigue vigente, a tres años de su fallecimiento.
Fue el 30 de octubre de 1983 cuando su fórmula (que integraba junto a Víctor Martínez) le ganó a la de Ítalo Luder y Deolindo Bittel por el 51,7 por ciento de los votos. Ese mismo año –el 10 de diciembre– y ante la Asamblea Legislativa anunció los ejes de su gestión: derogación de la ley militar de autoamnistía y fin de la Doctrina de Seguridad Nacional, reforma del Estado y de la universidad pública, protección a la industria, un Plan Alimentario Nacional (PAN) para los más necesitados, un intenso programa de alfabetización y obra pública.
En la misma semana que asumió, y tal como lo había anunciado en su campaña política, Alfonsín ordenó por decreto juzgar a las juntas militares y las cúpulas guerrilleras. También creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) que documentó las violaciones a los derechos humanos en el libro Nunca Más.
Pero no todo fue fácil para este hombre que en la Semana Santa de 1987 soportó la primera de tres sublevaciones militares que lo afectaron. Al terminar el levantamiento, el por entonces presidente salió al balcón de la Casa Rosada y saludando a los miles de ciudadanos que se habían movilizado para defender la democracia dijo: “La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina. Felices Pascuas”.
Pero las cosas no eran como parecían porque Alfonsín ya había sancionado la ley de punto final (fijaba un límite de 60 días a las acciones penales contra militares) y creado la ley de obediencia debida, que exculpaba a los oficiales que “actuaron obedeciendo órdenes”. A pesar de ello y quizá contra lo que él mismo suponía, las fuerzas militares amenazaron permanentemente su gobierno.
Positivo y negativo
En materia internacional y con saldo positivo, Alfonsín selló la paz con Chile por el Canal de Beagle y se lanzó a la unión económica entre Brasil y la Argentina, antecedente del Mercosur. En la lista de sus frustraciones se anota el plan de trasladar la Capital a Viedma (un intento por descentralizar el país) y su política económica, que después del Plan Austral y el Plan Primavera (ambos fallidos) desembocaron en la hiperinflación y los saqueos que lo obligaron a adelantar el traspaso del poder a Carlos Menem.
Cabe destacar que ése no fue el momento en que el referente del radicalismo terminó su vida política porque, en 1994, firmó –junto a Menem– el Pacto de Olivos, que le permitió a este último modernizar la Constitución y entre otras cosas lo habilitó a la reelección.
Ésa fue una de las acciones que sus detractores le reprocharon, igual que las leyes que favorecieron a los militares y su retiro anticipado del poder.
Su historia
Raúl Alfonsín nació en Chascomús, en donde cursó sus estudios primarios y secundarios. Luego, en su rol de estudiante universitario (se recibió de abogado) militó en la Unión Cívica Radical, destacándose como dirigente juvenil.
Unos años más tarde, se casó con María Lorenza Barreneche, con quien tuvo seis hijos; Raúl Felipe, Ana María, Ricardo Luis, María Marcela, María Inés y Javier Ignacio quienes le dieron 24 nietos y tres bisnietos.
En 1999, el dirigente político tuvo un grave accidente automovilístico y físicamente nunca volvió a ser el de antes. Cinco años después sufrió la pérdida de su nieta de 15 años, Amparo Alfonsín.
El tiempo pasó y sin resignarse a abandonar su rol de referente, Alfonsín ideó la candidatura presidencial de Roberto Lavagna y promovió el regreso al partido de Julio Cobos y otros ex radicales.
Un tiempo antes de su partida, recibió condecoraciones de universidades y gobiernos de todo el mundo. En nuestro país también lo homenajearon en vida con la declaración de ciudadano ilustre de la provincia de Buenos Aires; el descubrimiento de un busto con su imagen en la Casa Rosada y el acto homenaje que se organizó a 25 años de su triunfo electoral.

martes, 13 de agosto de 2013

CRISIS ENERGÉTICA EN LA DÉCADA PERDIDA


Los últimos diez años han sido una década perdida para la infraestructura productiva del país, en particular la energética. Una vez más la Argentina deja pasar una gran oportunidad postergando el desarrollo y la posibilidad de una mejor calidad de vida para su población.
Es necesario que la sociedad esté informada de lo que realmente sucedió en este campo vital para el desarrollo, de otro modo, el relato oficial prevalecerá en el ideario popular. Y, de ser así, será muy difícil aplicar las políticas y medidas correctivas que permitan revertir la tendencia decadente, fruto de 12 años de modelo kirchnerista.
El sector energético, uno de los componentes principales de la infraestructura, estaba hace 10 años, cuando comenzó la gestión Kirchner, en condiciones de funcionamiento y desarrollo satisfactorias. Los servicios de gas y electricidad funcionaban en mercados regulados por el Estado con una calidad conforme a los estándares internacionales y con tarifas por debajo del promedio de la región, pero en equilibrio, es decir que, sin subsidios, permitían satisfacer gastos de operación y mantenimiento, inversiones necesarias para cubrir el crecimiento de la demanda, gastos de comercialización, rentabilidad empresarial y el pago de todos los impuestos.
En el área petrolera, segmento no regulado de la energía, el gobierno kirchnerista encontró una industria que estaba recuperando la producción luego de la crisis de 2002, y con reservas de gas y petróleo razonables tanto para atender el mercado doméstico como para generar saldos exportables de gas a Chile, Brasil y Uruguay, y de crudo y derivados a diversos países.
A esa situación de bonanza heredada, se sumó un contexto internacional excepcionalmente favorable para nuestro país a partir de 2003, que elevó el precio de las commodities a récords históricos: el valor del petróleo alcanzó en la década un promedio de 90 dólares el barril, cuando en la anterior apenas llegaba a los 20. Todo en un clima con demanda sostenida y bajísimas tasas de interés en los mercados de capitales mundiales.
Estas condiciones inéditas, aún vigentes, produjeron un interés global por invertir en energía, máxime en países como el nuestro con potencial humano y de recursos naturales, especialmente en el área energética.
Para cualquier observador poco conocedor de la singularidad argentina, resultaría complicado, si no imposible, entender cómo, con esas condiciones excepcionales, después de 10 años consecutivos y con concentración inusual de los poderes de la República, el kirchnerismo llega a la crítica situación actual que afecta no sólo a los usuarios de sus servicios y productos energéticos sino también al conjunto de la economía y que está en vías de transformarse en un verdadero boomerang para su proyecto de poder.
En esta década se pasó de una situación en la que el sector, netamente exportador, aportaba a la balanza comercial más de 6000 millones de dólares, al escenario actual con importaciones crecientes y con un déficit en el intercambio que este año superará los 4000 millones de dólares.
Mientras tanto, la producción y las reservas de hidrocarburos disminuyeron como nunca antes y el sector eléctrico descapitalizado es obsoleto, carísimo e inseguro.
Las causas de esta paradoja responden a un mix de variables que guardan poca relación con aspectos técnicos y económicos, pero que han tenido una influencia decisiva a lo largo de la presente gestión. En ese mix de variables entran: los prejuicios y pretextos ideológicos, los condicionamientos políticos en pos de una mayor acumulación de poder, la corrupción y, también, una dosis importante de impericia.
La combinación de estos elementos durante diez años, en el contexto de un populismo exacerbado, condujo a la crítica situación energética que hoy padecemos.
Al igual que en otros sectores de la economía, en el energético la consecuencia más significativa fue la fenomenal transferencia de renta al Estado y a los consumidores, dando origen a una sensación ficticia de bienestar en la sociedad con excelentes resultados electorales para el Gobierno. A tono con la filosofía del "modelo": consumir hasta agotar stocks en una gran liquidación a precios por debajo de los costos.
La aplicación por parte del Gobierno de esas transferencias de renta, de neto corte populista, muestran una irresponsabilidad mayúscula al impedir el desarrollo genuino del sector y provocarle un vaciamiento económico y financiero.
Las transferencias se concretaron a través de tres medidas: el congelamiento tarifario de los servicios, la aplicación de retenciones móviles al precio del barril de petróleo y la imposición de precios antieconómicos al gas en boca de pozo, y, por último, la intervención non sancta en el mercado de combustibles que, insisto, era desregulado.
Esta mala praxis no es novedosa, ya la hemos padecido antes con otros gobiernos que también recurrían al manual del populismo. Ahora, ante las dudas que el relato despierta en la sociedad, el Gobierno recurre a otras recetas de ese manual: buscar chivos expiatorios, formular teorías conspirativas y, simultáneamente, iniciar la mutación del capitalismo de amigos, oculto bajo el eufemismo "argentinización", a un intervencionismo creciente que desemboca en estatismo, siempre bajo una burda pátina de gesta patriótica.
No obstante la estrategia de transferencia de culpas, cada vez menos creíble, el Gobierno no podrá evitar que las consecuencias de su política energética terminen afectando el proyecto de acumulación de poder al que le fue funcional.
Ante la negación del problema por parte del Gobierno y la pretensión de mostrar como virtudes las principales causas de la debacle -congelamientos, subsidios y retenciones; medidas discrecionales que agravan la crisis, como fijar precios máximos a los combustibles- hoy se vuelve ocioso pensar en soluciones al problema energético.
Sin embargo, la propia dinámica de la situación actual requerirá que el Gobierno tome algunas medidas urgentes de corto plazo para evitar el colapso del sector y mitigar, aunque sea parcialmente, exorbitantes costos que se trasladan a toda la población. De esas medidas, que no pueden esperar a 2015, destaco como urgente dejar de improvisar en el tema importaciones de gas a través de los barcos -hoy más del 20% de la demanda interna-, causal principal de los precios extravagantes que estamos pagando, del cepo cambiario y de los nichos de corrupción que facilita.
Pero la solución de fondo sólo se logrará con la puesta en valor del inmenso recurso energético que alberga nuestro territorio. Y la única forma de alcanzar ese objetivo es con ingentes inversiones de todo el mundo, para lo cual es necesario generar políticas de Estado que permitan recuperar confianza internacional en un contexto de instituciones fuertes y justicia independiente. También habrá que resolver las deudas pendientes, honrar los fallos de los tribunales a los que nuestro país se sometió y arreglar con Repsol la situación emergente del arrebato de sus acciones en YPF.

lunes, 12 de agosto de 2013

ELECCIONES P.A.S.O. 2013


Las primarias legislativas que se celebraron ayer suponían para Cristina F. de Kirchner un duro ‘examen’ que no ha conseguido superar. Hartos de la corrupción y la situación económica del país, los electores han ‘castigado’ a la presidente con unos resultados que alejan su posibilidad de sacar adelante la reforma constitucional necesaria para poder optar a un tercer mandato a partir de 2015.
La mandataria debía obtener una amplia ventaja para poder alcanzar en los comicios legislativos de octubre los dos tercios necesarios en el Parlamento para reformar la Carta Magna. Sin embargo, a pesar de la victoria, Cristina F. de Kirchner se ha quedado a las puertas del ‘sueño’ de la ‘re reelección’.
El oficialismo consiguió el 29,2%, frente al 23,6% de radicales y progresistas y el 21,6% del dividido peronismo disidente. Pero a pesar de seguir siendo la fuerza más votada en Argentina, ha perdido en las elecciones primarias de este domingo los cinco distritos más importantes de Argentina.
Fue el peor resultado desde las primeras elecciones legislativas en las que compitió, en 2005, tras haber llegado en 2003 al gobierno con sólo el 22 por ciento de los votos al cancelarse la segunda vuelta electoral.
Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (P.A.S.O.) definieron a los candidatos que competirán en las elecciones legislativas de medio término del 27 de octubre, pero también delinearon el nuevo escenario político de cara a los dos últimos años de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El oficialista Frente para la Victoria (Fpv, peronista) se mantuvo como la primera fuerza política a nivel nacional, ya que es la única agrupación con representación en casi todas las provincias, pero sufrió amplias derrotas en los cinco principales distritos del país y hasta en la austral Santa Cruz, donde los Kirchner construyeron su carrera política.
El kirchnerismo obtuvo uno de cada cuatro votos en el país, lejos incluso de la derrota electoral legislativa de 2009, cuando el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) perdió en la provincia de Buenos Aires al obtener el 31,2 por ciento de los votos.
La caída es mayor si se compara con el 54,1 por ciento que en 2011 le dieron la reelección a Cristina Fernández de Kirchner.
La presidenta acusó la derrota, pero aclaró que con los resultados de la primaria el kirchnerismo estaría “en condiciones de mantener e incluso aumentar la representación parlamentaria”. Es que en octubre se renovarán las bancas que el FpV ganó en 2009, cuando el revés electoral lo llevó a perder las mayorías propias en ambas cámaras, por lo que parte de una base comparativa baja.
Lo que está claro es que el kirchnerismo se ha despedido del 54% que obtuvo la presidenta en las presidenciales de 2011. La desaceleración de la economía, así como la corrupción y la inseguridad ciudadana han tenido parte de la culpa de la caída del la popularidad de la actual mandataria.
“Ya lo dije, no soy eterna”. Así ha comenzado hoy la presidenta su discurso durante el acto de inauguración de obras viales en Río Gallegos, en Santa Cruz. Unas palabras con las que parece aceptar su derrota.
Cristina F. de Kirchner se enfrentó el pasado jueves a una cacerolada en varias ciudades del país que dejaban entrever los resultados de las primarias legislativas. A tres días de los comicios, miles de manifestantes argentinos se movilizaron contra la corrupción, la inseguridad, el desempleo, la inflación y el fraude electoral.

viernes, 9 de agosto de 2013

LOS TIPOS DE VOTO


Entrar en el cuarto oscuro significa elegir una opción: habrá quienes ya tienen decidido el candidato, quienes prefieran no votar a nadie o quienes se inclinen por una expresión de protesta.
Diversas son las consideraciones que las autoridades de mesa realizan respecto de los votos que encuentran en el interior de cada una de las urnas habilitadas para sufragar en cualquier elección nacional.
Según el Código Nacional Electoral los sufragios se clasifican en:
Votos válidos (art. 101, inc. 4-1): son aquellos emitidos mediante boleta oficializada. Se consideran válidos aun cuando hubiera tachadura de candidatos, agregados o sustituciones. Si en un sobre aparecen dos o más boletas oficializadas que corresponden a un mismo partido y categoría de candidatos, sólo se computará una de ellas, y se destruirán las restantes.
Voto nulo (art. 101, inc. 4 II): cuando no es conforme a derecho. Hay distintas posiblidades: por ejemplo, que haya dos o más boletas de distintos partidos para la misma categoría, lo que impediría escrutar a quien se quiso votar. También, cuando la boleta no está oficializada, esto es cuando tiene una leyenda (por ejemplo, "fumar es perjudicial para la salud"). Se considerará nulo cuando no se vea la categoría con claridad, ya sea porque el nombre del partido o la categoría estén semidestruidos. También, cuando dentro del sobre se hayan incluido objetos extraños.
Voto en blanco (art. 101, inc. 4III): se considera en blanco cuando dentro del sobre no hay nada, o cuando hay un papel de un solo color, con dibujos, sin inscripción ni imagen alguna. Se considerará en blanco para todas las categorías.
Voto recurrido (art. 101, inc. 4 IV): son votos cuya validez o nulidad están puestas en duda o cuestionadas por las autoridades de la mesa. El fiscal deberá fundar su pedido en un volante especial que proveerá la Junta Nacional Electoral. Dicho volante se adjuntará a la boleta y sobre respectivos, junto con los datos de la autoridad que recurrió el voto. Ese sufragio se anotará en el acta de cierre de los comicios como voto recurrido, y será escrutado por la Junta, que decidirá su validez o nulidad.
Voto impugnado (art. 101, inc. 4V): técnicamente, lo que se impugna es la identidad del elector. Sucede cuando el presidente de mesa o los fiscales consideran que el documento de la persona está adulterado. El voto se emite igual, pero se deja constancia en el sobre de que está impugnado.
Voto positivo o afirmativo: válido significa que es un voto conforme a derecho. Afirmativo, que excluye al blanco, es un voto válido que manifiesta la intención de elegir a alguien. El voto blanco no se cuenta, aunque está validamente emitido. Pero no es afirmativo, no manifiesta la intención de votar.

jueves, 8 de agosto de 2013

SEPA ESTIMADO ELECTOR, QUE UD NO ELIJE A NADIE MÁS QUE A UN PRE-CANDIDATO


Es importante aclararle a quienes concurren a votar el día domingo y no tienen bien en claro qué votarán y por lo tanto caen presa de la trampa política de los candidatos, que este fin de semana nadie vota un ganador, sino, se dirime una interna en cada partido político, que jugarán en las elecciones a diputados nacionales dentro de 3 meses. Los que hoy “ganen”, pueden ser perdedores en octubre, cuando realmente se elijan a las preferencias de cada partido.
Las campañas políticas de todos los candidatos para las PASO, tienen una alta dosis de falsedad a la hora de apuntar al electorado, tratando de venderse como lo que en realidad no son: candidatos a diputados nacionales.
Los spots de todos apuntan a “lo que harán” y prometen realizaciones que, más allá de ser cuestionables en muchos aspectos, inducen a la gente a error, pues muchos podrían creer que si elijen a tal o cual “candidato”, éste podrá hacer realidad esa promesa a partir del lunes, hecho absolutamente falaz.
Lo que haremos el domingo es, como dice Jorge Asis, “un ensayo de orquesta”; elegiremos a quienes, dentro de cada partido, serán los verdaderos candidatos que se presentarán en las elecciones legislativas del mes de octubre, que a priori, son las que realmente tienen valor. Las de este fin de semana, solo resuelven problemas internos de los partidos, e inclusive, para algunos, como no llevan más de una lista, no tiene ninguna significación esta elección del domingo. Para el FPV, resulta casi un plebiscito por adelantado. Pero eso, nadie lo dice.
Sin embargo, los candidatos de todos los partidos (sin excepción) hacen un uso intensivo de esta omisión y se muestran con promesas de cambio y promotores de emprendimientos productivos, proyectos e impulsores de leyes para establecer la idea de: “si me votás, juntos vamos a conseguir tal cosa…”, lo cual esencialmente es una trampa que le tienden al votante incauto, al menos informado o al que no le interesa mayormente el acto de votar, posiblemente descreído de la clase política y los sucesivos fracasos en los que puede haber incurrido con su voto a lo largo de su vida.
Es muy importante decirle a la gente que el domingo no vota a nadie con interés para su futuro, sino es meramente para el interés personal de cada pre-candidato que se presenta en el marco de un partido, peleando el espacio con otro militante o compañero, con el cual (se supone, pero pocas veces ocurre) cerrarán filas, cuando, precisamente, la gente con su voto, decida quién será el que se transforme (recién entonces) en candidato genuino para las próximas elecciones legislativas.
Piense el lector, que luego de esta preselección, vienen los lineamientos internos de cada partido y de allí saldrán las verdaderas propuestas que deberán tomar los candidatos, para convencer al electorado de que harán algo por ellos, aunque a juzgar por los resultados, hay una enorme brecha entre lo que dicen en campaña y el hecho práctico. Esto resulta solo de observar lo que pasa en cada elección, legislativa o general.
El pre-candidato que hoy resulte “más votado”, puede perder el octubre, cuando el electorado deba elegir entre los partidos políticos y no ya entre las personas, aunque todo indicaría (según lo entienden los analistas) que las posiciones y la diferencias podrán mantenerse con algunas oscilaciones. Pero las estrategias publicitarias y de propaganda política, han optado por utilizar esta instancia en (de alguna manera) un tester público, tratando de hacernos creer que allí quedará sellada la tendencia de cara a octubre.
Esto, objetivamente, es falso; pero en la práctica la confusión que crean con sus mensajes y la altísima exposición mediática a través de los recursos multimediales, generan la falsa sensación de estar (hoy) frente a quienes competirán en octubre, cuando en realidad no es cierto: de esta elección gran parte de quienes juegan como “cabeza de lista” quedarán eliminados y solo surgirá el único candidato que, finalmente, deberá ser puesto en la consideración pública y tendrá que medirse con sus pares de otros partidos.

martes, 6 de agosto de 2013

PARA QUÉ SIRVEN LAS INTERNAS OBLIGATORIAS

¿Qué representa el filtro de las PASO?
La próxima semana los argentinos concurrirán por segunda vez a votar en el marco de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. Pese a que precisamente se trata de la segunda oportunidad en la que tiene lugar esta experiencia, es elevado el desconocimiento de la sociedad respecto de las mismas. Así lo establecen diversos sondeos que expresan también cierto desinterés de quienes el 11 de agosto deberán elegir a los candidatos que por estos días tratan de convencer a los votantes a través de brevísimos mensajes de apenas 12 segundos.
Para clarificar sobre estos comicios, lo primero que hay que decir es que no se debe hablar de “candidatos”. Hasta que las elecciones del 11 de agosto hayan pasado, todos serán “precandidatos”. Necesitarán contar con una cantidad de votos determinada según el distrito donde compitan para asegurarse su participación en las elecciones generales del 27 de octubre, que sí tendrán como premio bancas en el Congreso de la Nación y las legislaturas distritales, concejos deliberantes incluidos.
¿Qué cantidad de votos le garantizan a un postulante convertirse en candidato? El artículo 45 de la Ley Nº 23.298, denominada de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral, marca como requisito un mínimo en el 1,5% de los votos válidamente emitidos en cada distrito, ya sea para senadores o diputados. Se considera para ello la sumatoria de todas las listas internas de las agrupaciones políticas
¿Qué significa esto en términos reales? Que en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, una agrupación necesita un mínimo de 131.300 votos para poder competir en octubre, tomado esto de la experiencia de 2011, la única en la que se utilizó la ley aprobada en 2009. En esa oportunidad, la alianza Proyecto Sur quedó afuera, por medio punto. El partido de “Pino” Solanas obtuvo en ese distrito 94.581 votos, equivalentes al 1,08% de los votos válidos. También quedaron sin posibilidad de competir en la Provincia el Partido del Campo Popular (0,22%), el Movimiento Avanzada Socialista (0,18), Fuerza Organizada Renovadora Democrática (0,11), Gente en Acción (0,11) y el Movimiento Amplio de Jubilados y Trabajadores (0,06). Sí pudo competir la alianza Frente de Izquierda y de los Trabajadores, con 209.538 votos (2,40%).
Cosas que hay que saber
Está claro entonces que todas las fuerzas, por más grandes que sean, deben participar de las PASO, así no tengan nada que dirimir entre sí. Es que el artículo 19 de la Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral expresa puntualmente: “Todas las agrupaciones políticas procederán en forma obligatoria a seleccionar sus candidatos a cargos públicos electivos nacionales y de parlamentarios del Mercosur mediante elecciones primarias, en forma simultánea, en todo el territorio nacional, en un solo acto electivo, con voto secreto y obligatorio, aun en aquellos casos en que se presentare una sola lista”.
¿Parlamentarios del Mercosur? Sí, la legislación atiende un requerimiento que todavía no ha sido normatizado, pero cuando así suceda, también deberán elegirse a través de internas abiertas primero y elecciones nacionales después.
¿Dónde se vota? En las mismas escuelas a las que deberán concurrir en octubre para las elecciones generales. El padrón general es el mismo para ambas elecciones.
¿Se puede cortar boleta ese día? Claro, el votante puede elegir candidatos legislativos de partidos diferentes, siempre de distintos rubros, conforme el artículo 24 que establece que “los electores deben emitir un solo voto por cada categoría de cargos a elegir, pudiendo optar por distintas listas de diferentes agrupaciones políticas”.
Si en un sobre aparecen dos o más boletas oficializadas correspondientes a la misma lista y categoría, se computará sólo una de ellas, destruyéndose las restantes; se considerarán votos nulos cuando se encuentren dos o más boletas de distintas listas, en la misma categoría, aunque pertenezcan a la misma agrupación política.
El cuarto oscuro es el mismo que en una elección general, y por supuesto la urna es una sola. No es que cada partido tendrá la suya, pues las mismas son para los electores, no para los partidos.
Un tema que despierta dudas entre los propios políticos es el de las listas para legisladores nacionales. Las nóminas que van a internas están enteras, pero los perdedores tienen la opción de integrarse a la lista ganadora. Siempre y cuando obtenga minoría y el partido o acuerdo político dentro del cual compita lo contemple. Es una garantía constitucional, no hay posibilidad de que no participen las minorías, explican quienes rescatan los beneficios de esta ley.
Sobre el tema es muy claro el artículo 44 de la ley, que señala que “las candidaturas a senadores se elegirán por lista completa a simple pluralidad de votos. En la elección de diputados nacionales y parlamentarios del Mercosur, cada agrupación política para integrar la lista definitiva aplicará el sistema de distribución de cargos que establezca cada carta orgánica partidaria o el reglamento de la alianza partidaria”.

domingo, 4 de agosto de 2013

DENUNCIAN "INCENDIO INTENCIONAL" EN COMITÉ RADICAL DE OLAVARRÍA


Para iniciar el fuego utilizaron boletas partidarias que iban a ser utilizadas en las PASO
Dirigentes del radicalismo denunciaron hoy que el comité de la ciudad bonaerense de Olavarría fue objeto de un "incendio intencional" que comenzó con la quema de boletas partidarias y provocó la destrucción del local partidario.
El atentado fue repudiado por autoridades partidarias y referentes políticos de todo el país, entre ellos el ex vicepresidente Julio Cobos, la diputada nacional Margarita Stolbizer.
El ataque, según el candidato a senador provincial Franco Caminotto, se produjo cerca de las 3 de hoy en el comité donde fueron quemadas "elementos partidarios y boletas electorales que iban a ser utilizadas en las elecciones del próximo domingo".
"Vinieron a prender fuego las boletas de nuestro partido, vinieron a prender fuego nuestra casa", acotó el dirigente.
Según la denuncia, desconocidos ingresaron al comité "forzando una puerta trasera" y al parecer apilaron boletas electorales del Frente Progresista Cívico y Social para realizar tres focos de incendio en lugares diferentes del edificio.
El fuego fue apagado por los bomberos voluntarios de Olavarria.
Por el siniestro, dirigentes políticos del radicalismo, el GEN, la Coalición Cívica-ARI y el Frente Renovador de Sergio Massa expresaron su repudio a sólo una semana para las próximas primarias.
"Absoluto repudio a lo sucedido en el Comité de Olavarría y mi solidaridad con los afiliados", escribió Cobos en su cuenta de Twitter y agregó: "Fuerza y a responder agravios con propuestas".
En tanto, Stolbizer advirtió que "no nos van a frenar, ni con la inequidad que imponen a la competencia, ni con amenazas o actos criminales para amedrentarnos" y apuntó: "Denunciamos el vandálico episodio para que la comunidad en su conjunto pueda reaccionar frente a la intolerancia política y los actos violentos y delictivos".
Por su parte, el diputado de la UCR y candidato a renovar su banca por el Frente Progresista Ricardo Alfonsín dijo que "la apelación del gobierno a la confrontación desata fuerzas que no puede controlar" y advirtió que "es un caso de intolerancia fascista".
"No es el único caso de intolerancia fascista que ha sufrido el partido en los últimos meses. Es hora de que comprendan que no exageramos cuando decimos que la apelación del oficialismo a la violencia verbal, a la división entre amigos y enemigos, a la confrontación y la agresión política puede verse peligrosamente potenciada en la sociedad", remarcó.
En esa misma línea, el diputado nacional de la UCR Miguel Bazze manifestó que "si los responsables fueron capaces de cometer semejante delito, no deben participar en política. Son autoritarios y violentos y deben ser excluidos de la militancia política porque no entienden lo que es vivir en democracia".
Por último, la Coalición Cívica de Olavarría expresó que este atentado "no sólo perjudica al partido centenario sino también al derecho de la ciudadanía a elegir libremente" con vistas a las Primarias.

viernes, 2 de agosto de 2013

LA EDUCACIÓN PERDIDA EN UNA DÉCADA DESPERDICIADA


Constituye un lugar común la sobrevaloración que suele hacerse respecto de la función social de la educación. En efecto, existe una tendencia a hacer de la materia educativa un factor explicativo de todo éxito o fracaso en cualquier dimensión social. Pero a menudo, cuando así se razona, se ingresa en el terreno de las argumentaciones reduccionistas que se desmoronan en una simple contrastación con la realidad. Cuba es, en tal sentido, un ejemplo paradigmático al respecto: sin una estructura institucional favorable al desarrollo económico, una población educada y por completo alfabetizada nada ha podido hacer para salir de la pobreza extrema, la servidumbre  y la indignidad.
Que no se malinterprete; la educación cumple funciones sociales sumamente relevantes (pueblos maleducados tampoco podrán desarrollarse por más instituciones propensas al desarrollo que éstos tengan). Y una de ellas es la reducción del factor suerte en sistemas meritocráticos en los cuales, naturalmente, los individuos no pueden partir desde el mismo punto de salida. A esto es lo que a menudo se le denomina “igualdad de oportunidades” que, de tomarse en forma estricta, no pasaría de ser un dogma igualitarista imposible de concretar en la realidad, en vistas de que las desigualdades no se dan exclusivamente en el orden económico, sino también en términos de personalidades, habilidades, aptitudes, destrezas, etc. Alberto Benegas Lynch (h) ha dicho alguna vez que, de tomarse a pie juntillas el ideal de la “igualdad de oportunidades”, en un partido de tenis entre un lisiado y una persona con plena movilidad de sus piernas, deberíamos romperle los miembros a éste último para empardar la circunstancia.
No obstante, si por “igualdad de oportunidades” entendemos la plausibilidad de que distintos individuos se hagan de herramientas intelectuales de similar nivel que a la postre achiquen las diferencias que no resultan del mérito de cada quien, entonces la educación sí tiene un rol no ya necesario, sino vital en la sociedad.
¿A qué obedecen estas reflexiones? Pues a que existe una paradoja o contradicción en el populismo, a saber: mientras que la prédica igualitarista constituye la columna vertebral del discurso populista, la práctica populista esquiva la responsabilidad de apoyar seriamente el desarrollo educativo de la sociedad. La igualdad para el populismo no tiene que ver con un punto de partida cuyas diferencias no sean astronómicas; la igualdad para el populismo se da bajo la lógica del “pan y circo”. Fútbol para Todos, Automovilismo para Todos, Milanesas para Todos, entre tanto otro “paratodismo” prebendario, son ejemplos domésticos que ilustran lo antedicho. Sucede que el populismo sólo puede germinar y mantenerse allí donde la ignorancia es la regla; la educación es tan incompatible con el populismo, como el aceite con el agua. Es el adoctrinamiento y no la educación sobre lo que el populismo puede mantenerse y, de hecho, así lo hace.
El sistema educativo argentino ha dejado pasar una gran oportunidad dentro de ese conjunto inimaginable de oportunidades que hemos perdido en esta década desperdiciada de coyuntura económica internacional favorable. Pero ha quedado claro que no es el dinero exclusivamente, sino también la estructura del sistema educativo y todo el sistema ideológico dentro del que se enmarca, lo que le concede éxito o fracaso a la política educativa. En efecto, si bien es cierto que el kirchnerismo hizo gala de inyectar más billetes en la educación, también es cierto que los resultados han sido desastrosos y el nivel de instrucción de los jóvenes argentinos está al fondo de la mayoría de los rankings regionales e internacionales habidos y por haber.
La prueba internacional PISA (auspiciada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) es para los especialistas el más importante test para medir el nivel educativo de los estudiantes secundarios, y se realiza cada tres años en decenas de países. Los últimos resultados conocidos para nuestro país son los de 2009 (pronto tendremos los de 2012), en el cual quedamos ubicados en el puesto 58 sobre 65 países analizados, evidenciando uno de los más contundentes y escandalosos retrocesos, muy lejos de las notas que obtuvo México, Uruguay y Colombia. Por aquel entonces, nuestro cómico ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, argumentó que la prueba había sido injusta por “no contemplar los conocimientos de arte y cuidado del ambiente”. Pero mientras Sileoni se preocupaba por la paleta de colores y los pinceles, la prueba de PISA evidenciaba que el 50% de los jóvenes argentinos no tienen la habilidad básica de la lectura comprensiva.
A fines de 2012, la entidad educativa Pearson confeccionó su propio ranking de 40 países del mundo, el cual estaba encabezado por Finlandia y prácticamente cerrado por Argentina, ubicada en el vergonzante puesto 35. Es dable destacar que los primeros puestos fueron, además de Finlandia, para Corea del Sur, Hong Kong, Japón, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza y Canadá; es decir, los sistemas educativos más desarrollados funcionan en los países más libres y que más a las antípodas están respecto del socialismo populista en el planeta. No es casualidad, sino causalidad.
En la Argentina kirchnerista, como si todo esto fuese poco, uno de cada dos jóvenes abandona el secundario; apenas un 8% de los estudiantes consigue título universitario y, dentro de las clases más humildes, el guarismo llega con suerte al 1% (eso sí: pueden ver fútbol). Asimismo, hace pocos días la Universidad de Belgrano dio a conocer un estudio en el cual se constata que, desde el año 2003, se redujo en casi 300 mil niños la matricula escolar, una reducción inédita en la historia argentina.
Cuando Sileoni fue consultado por estos rotundos fracasos del mal llamado “modelo nacional y popular”, el ministro contestó muy suelto de cuerpo: “No es necesario saber cuánto mal o cuánto bien nos va”. La misma lógica del INDEC y las estadísticas mactroeconómicas, pero aplicada a la educación: aquello que no se dice o no se registra, no existe. Pero ocurre que el reconocimiento del problema es el primer paso para su solución, algo que, por lo visto, no está en los planes de un kirchnerismo al que la masa ignorante le es plenamente funcional.